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kike ibáñez
La rosácea no se cura, pero se puede mantener a raya

La rosácea no se cura, pero se puede mantener a raya

Esta enfermedad crónica de la piel, que cursa con enrojecimiento de las mejillas, granitos y sensación de ardor, afecta sobre todo a las mujeres de piel clara, pero es más grave en los hombres

Domingo, 17 de abril 2022, 18:12

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Hace unos días, el cantante Dani Martín publicaba una foto en sus redes sociales en la que mostraba su rostro con las rojeces y lesiones propias de un brote de rosácea, una enfermedad crónica de la piel que afecta a millones de personas en todo el mundo y que, sin ser grave, está considerada como una de las patologías dermatológicas que más afecta a la calidad de vida de los pacientes por sus implicaciones psicológicas. «Llega la primavera y siempre me da temor, porque es una estación donde mi rosácea se pone 'a full'», escribía el ex de El Canto del Loco en su empeño por dar visibilidad a una enfermedad con la que no siempre se ha llevado bien, pero con la que ha aprendido a convivir.

«Los pacientes lo pasan mal, incluso se avergüenzan, sobre todo cuando los brotes cursan con descamaciones y granitos similares a los del acné. Se trata de una inflamación de la piel de origen desconocido y para la que todavía no existe cura, pero se puede mantener a raya con los tratamientos adecuados», aporta esperanza la dermatóloga Paloma Borregón, directora médica de la Clínica Kalosia (Madrid). Estas son las principales claves de una enfermedad que padecen mayoritariamente las mujeres de entre 30 y 50 años con la piel clara.

Síntomas

Rubor, descamaciones, ardor, pústulas, nariz engrosada en los hombres... y vergüenza

La rosácea suele afectar a la parte central de la cara y los síntomas más frecuentes son enrojecimiento de las mejillas, cuperosis (pequeñas venas visibles en forma de tela de araña), sensación de ardor, pero también pústulas, granitos (hiperactividad de las glándulas sebáceas), descamaciones... «En el caso de los hombres, los síntomas son normalmente más graves y es frecuente que se produzca un engrosamiento de la nariz (rinofima) y de algunas zonas de la cara», precisa la doctora Montserrat Salleras, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Pese a no ser una patología importante desde el punto de vista sanitario, la afección psicológica es muy importante. «Primero porque afecta a la cara, que es una parte del cuerpo que no se puede esconder, y segundo, porque históricamente se ha asociado el rubor en las mejillas con el consumo excesivo de alcohol», añade la directora médica de la Clínica Salleras de Barcelona.

Desencadenantes

Genética, estrés, cambios de temperatura, alcohol, comidas picantes...

Aunque todavía no se conocen con exactitud las causas que originan la rosácea, sí que existen una serie de desencadenantes que agravan sus síntomas y que conviene evitar. «Cambios bruscos de temperatura, cualquier fuente de calor externa (hoguera, calefacción, exposición solar intensa...), periodos de estrés, comer muy caliente o picante, el alcohol... e incluso hacer ejercicio», enumera la doctora Borregón.

Tratamientos

Retinoides, antibióticos, antiparasitarios y láser

El tratamiento de la rosácea se centra, básicamente, en controlar los síntomas y varían en función de la gravedad. «Desde la aplicación de cremas con retinoides para los casos más leves a medicamentos orales (antibióticos, antiparasitarios...) para los brotes más severos», precisa Borregón. El láser se usa para rebajar las rojeces.

Cuidados básicos de la piel

Hidratación constante, limpieza suave y cosmética específica

Las personas con rosácea tienen que prestar especial atención al cuidado diario de su piel. «La rutina de limpieza debe hacerse con leches, aguas micelares, termales o cremas limpiadoras en lugar de tónicos, productos con alcohol o formulaciones en gel o jabón. En general, todos los limpiadores que se retiran con aclarado tienden a resecar la piel y eso perjudica especialmente a los pacientes con rosácea», especifican en la clínica dermatológica Pedro Jaén. También es importante que los cosméticos que se utilicen sean específicos para pieles sensibles. «Los pacientes deben vigilar que estos productos lleven la menor cantidad posible de conservantes y evitar los que incluyan alcohol o fragancias», aconsejan los expertos.

Otra de las recomendaciones de los dermatólogos para mejorar el aspecto de la rosácea es mantener la piel bien hidratada, «sobre todo cuando se está al aire libre». Y una duda muy frecuente, ¿las pieles con rosácea se pueden maquillar? «Sin ningún problema. Existen bases muy cubrientes que tapan las rojeces y venitas sin dar al cutis un aspecto artificial o acartonado. Muchos de estos productos están formulados con pigmentos verdes para neutralizar el rubor. Ahora bien, lo verdaderamente importante en estos casos es desmaquillarse bien por la noche», advierten en Pedro Jaén.

Una patología que también afecta a los ojos

Aunque esta patología afecta fundamentalmente a la parte central de la cara, también puede presentarse en los ojos. «La rosácea ocular es especialmente molesta y condiciona bastante la calidad de vida de los pacientes. Se manifiesta con enrojecimiento, sequedad, picor y sensación de quemazón en los ojos. También puede causar fotofobia (sensibilidad extrema a la luz), visión borrosa y lagrimeo abundante. Además, suele complicarse con otras enfermedades oculares como la uveitis», precisan en la Clínica Pedro Jaén.

Explica la dermatóloga Montserrat Salleras que muchos pacientes con rosácea ocular desconocen su existencia y acuden al oftalmólogo porque piensan que tienen una conjuntivitis alérgica. «No lo relacionan con la piel», señala la especialista. Al igual que ocurre con la rosácea de la cara, la ocular tampoco tiene cura pero se puede tratar con medicamentos específicos y una buena rutina de cuidado de los ojos.

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