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Otitis, laringitis, rinitis... Así se tratan las enfermedades más frecuentes de oído, garganta y nariz

Otitis, laringitis, rinitis... Así se tratan las enfermedades más frecuentes de oído, garganta y nariz

«Las laringitis en los niños son más peligrosas que en los adultos porque la inflamación puede obstruirles la respiración»

Domingo, 13 de febrero 2022, 00:13

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Tos, mocos, fiebre, malestar, afonía, dolor al tragar... No se preocupe, no se trata de los síntomas de una nueva variante del coronavirus. En realidad, son las enfermedades de toda la vida relacionadas con la garganta, la nariz y el oído. Otitis, laringitis, faringitis y rinitis son las patologías más frecuentes de las vías altas, tanto en niños como en adultos. ¿Quién no se ha quedado afónico alguna vez o ha tenido dolor de garganta o de oído?

«Fíjate si son habituales que cuatro de cada diez consultas que atendemos en las farmacias son de otorrinolaringología. Y, además, han aumentado mucho a raíz de la pandemia por la dificultad de concertar cita con el médico de cabecera», desvela María Isabel de Andrés, vocal nacional de Óptica y Acústica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, que acaba de lanzar una campaña para concienciar a la población sobre los problemas de salud que afectan a estos tres órganos. «Además de informar sobre estas patologías, podemos ayudar a identificar situaciones de riesgo que deben ser tratadas por un especialista», argumenta la boticaria.

La doctora Isabel García López, secretaria general de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL CCC), repasa las principales patologías que afectan al oído, garganta y nariz y sus tratamientos.

Patologías de oído

Otitis externa y aguda

La otitis es una inflamación del oído causada, generalmente, por una infección. Y dentro de este grupo, existen dos tipos: las externas y las medias o agudas. «Las primeras son las típicas que se producen después de un día de piscina. El oído se infecta (hongos) debido a la humedad que se queda retenida en el conducto y suelen cursar con dolor pero, sobre todo, con picor. Para evitarlas, debemos intentar no mojar los oídos o, por lo menos, secarlos bien al salir del agua», aconseja la doctora García. Las externas también pueden tener su origen en una infección bacteriana, «desde una pequeña herida en el conducto hasta un pelito que se enquista tipo forúnculo. Este tipo de otitis se tratan normalmente con gotas tópicas, aunque en algunos casos –infecciones más serias, pacientes diabéticos o inmunodeprimidos...– tenemos que recurrir a antibióticos por vía oral. En un par de días ya se suele notar la mejoría».

En el caso de las otitis medias –y a diferencia de lo que ocurre en las externas–, la infección no viene de fuera sino que 'entra' desde el interior del oído; concretamente, desde la trompa de eustaquio. También aquí existen dos tipos: las serosas y las infecciosas. «Las primeras son las clásicas que suelen padecer los niños. En realidad, ni siquiera se trata de una infección. Lo que ocurre en estos casos es que el tímpano, que en condiciones normales solo contiene aire, se llena de mocos y no oyes bien. Estos pacientes necesitan un tratamiento específico con descongestionantes nasales y a veces, incluso, requieren de cirugía (drenajes)», precisa la secretaria general de la SEORL CCC.

Cuando estos mocos se acumulan durante muchos días en la caja del tímpano se suelen infectar (normalmente por bacterias) y deriva en una otitis aguda, que en la mayoría de los casos cursa con picos de mucho dolor y fiebre. «Ahora el oído ya no está lleno de mocos, sino de pus, y esto ya es más peligroso porque la infección puede extenderse a otras zonas de la cabeza. El tratamiento siempre es antibiótico». Para evitar este tipo de otitis conviene hacerse lavados nasales frecuentes. «Es importante tener la nariz 'limpia' y bien ventilada», aconseja la especialista.

Patologías de garganta

Laringitis y faringitis

En cuanto a las enfermedades de garganta, la laringitis y la faringitis son las más frecuentes. «La laringe y la faringe están muy cerca, pero son dos órganos distintos. El primero es el conducto por donde pasa el aire, los alimentos, donde se produce la voz...». Cuando la inflamación afecta a las cuerdas vocales (la mayoría de las laringitis en adultos) es habitual que el paciente se quede afónico. Si esta laringitis producida por un catarro o una gripe dura un par de días no hace falta ir al médico. Basta con reposar la voz, beber líquido o tomar un analgésico.

En el caso de los niños, esta patología es más complicada porque afecta normalmente a la parte que está encima de las cuerdas vocales (epiglotis) y si esta zona se inflama puede obstruir la respiración. «Suele ocurrir de madrugada y asusta mucho a los padres porque el niño se mete en la cama sin ningún síntoma y, de repente, se despierta con dificultad para respirar y una tos de perro muy característica. Lo primero que se debe hacer es darle un ibuprofeno (antiinflamatorio) y abrir la ventana para que el niño respire aire frío. Si no mejora, se debe acudir a urgencias», señala la doctora García.

Lo que ocurre en las faringitis es que se produce una infección de las mucosas que rodean las anginas, casi siempre por virus. En este caso, el síntoma más característico es el dolor al tragar. «Cuando es de origen vírico se puede controlar con antiinflamatorios, mientras que si la infección es por bacterias ya precisa de tratamiento antibiótico».

Patologías de nariz

Rinitis vírica y alérgica

En este caso también hay que diferenciar entre rinitis vírica y alérgica. «La primera cursa con mocos, estornudos... los síntomas clásicos del catarro común, aunque es verdad que se puede complicar con una infección bacteriana (mocos verdes) o con una sinusitis (rinosinusitis), que es el cuadro infeccioso más habitual. La alérgica, cada vez más frecuente, suele ser estacional y los síntomas varían en función del alérgeno que cause la reacción, aunque la mayoría de los pacientes que sufren este tipo de rinitis sufren picores, estornudos, moquera más líquida y clarita», enumera la experta.

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