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Herederos del 'sancheski'

Herederos del 'sancheski'

La moda del 'skate' vuelve con fuerza, impulsada por la decisión de hacerlo deporte olímpico

Martes, 6 de octubre 2020

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Fue uno de los juguetes estrella en los 70 y 80, uno de los más deseados, y acabó bautizado con el nombre de la marca que en 1966 lo introdujo en España desde California: Sancheski, una mezcla de Sánchez, el apellido de los dueños de la empresa vasca de Irún, y la palabra ski. En realidad, esta compañía ya era conocida por aquellos patines de metal y correas que los chavales llevaban en una bolsa de tela de cuadros. Pero cuando el Top Sancheski, aquel pequeño ingenio naranja (pues en ese color triunfó en un primer momento), apareció en los patios de recreo, ya nada fue lo mismo.

Podría decirse que fue el juguete que impulsó la modernidad dentro de nuestras fronteras, metafóricamente hablando el que dio el espaldarazo a la Transición entre la chavalería, un antes y un después. Como si 'Trashin: patinar o morir' (1986), la primera película en reflejar este mundo de tablas sobre ruedas, le hubiera hecho el 'ollie' (típico salto) a 'Xanadú' (1980), donde Olivia Newton John bailaba al son de la Electric Light Orchestra subida a los tradicionales patines de bota, los 'roller', otra onda bien distinta.

Luego, el monopatín ha llevado una vida de luces y sombras, combinando etapas triunfantes con otras en las que cedía el testigo a elementos alternativos del arsenal sobre ruedas de los críos. Y entonces volvía al trastero, como cuando se pusieron de moda los patines en línea. Pero ahora vive un resurgimiento inusitado, y cualquiera que salga a la calle ve que niños, chavales y los que no lo son tanto la han tomado con los 'skates', pues las palabras monopatín y 'sancheski' (aunque la empresa siga funcionando) han pasado a mejor vida. Tan solo los 'scooters', antes conocidos como patinetes, pueden competir con ellos hoy día en sus dos variedades, el tradicional y el de trucos o 'freestyle', con ruedas más pequeñas (no valen los de motor).

«Estamos ante un nuevo 'boom'», admite Gonzalo Irigoras, gerente del club GureTxoko de Bilbao, una escuela que se dedica a iniciar y avanzar a niños y adultos en esta disciplina y, además, presidente de la Federación Vasca de Skateboard. «Tiene mucho que ver con que, hace cuatro años, el 'skate' fue aceptado como deporte olímpico de exhibición, algo que deberíamos haber visto en Tokio 2020 pero que por la pandemia tendrá que esperar». Irigoras empezó su carrera como 'skater' con 13 años y tiene 46: «Entonces no había 'skateparks', se empezaban a construir los primeros en Euskadi, Madrid, Barcelona...». Al principio, el 'skate' se usaba para patinar rampas en esos 'skateparks', «pero luego llegaron 'skaters' menos conformistas que empezaron a patinar la calle –explica Irigoras–, utilizando el mobiliario urbano, lo que se denomina 'street skate'. Ahora te encuentras con 'skaters' solo de rampa o solo de calle, pero en aquella época patinabas lo que te echaran», recuerda.

Hoy coexisten varios tipos de 'skateboards' en el mercado, y cada uno de ellos ofrece la modalidad de patinaje que más nos guste o mejor se nos dé. Empezando por el que heredó el espíritu del 'sancheski', el 'penny', «pequeño, de colores fluorescentes, se usa como medio de locomoción porque al ser tan manejable lo puedes llevar contigo en cualquier sitio», explica el presidente de la Federación Vasca.

«Aunque ahora mismo tenemos un bombazo con el 'surfskate', que te hace sentir las sensaciones de un surfista en el agua. Aunque no admite trucos; vale para ir por ciudades pero lo vas a tener difícil a la hora de subir un bordillo. Para eso es mejor el 'cruiser', también adecuado como medio de locomoción pero te permite hacer un 'ollie', uno de los primeros saltos que aprende el 'skater'». También está el 'longboard', con una tabla más larga para bajar cuestas a velocidad. Pero el más demandado es el 'skate' tradicional, con dos pequeñas elevaciones en sus extremos: «Al ser igual por un lado que por el otro, lo puedes utilizar en ambos sentidos. Este es el que yo recomendaría si quieres un 'skate' que te valga para todo y también para empezar: puedes patinar 'skateparks', bajar cuestas, hacer trucos, 'street skate', simplemente trasladarte...». El precio medio de un 'skate' tradicional de buena calidad ronda los 100 euros. Ahora bien, si se quiere hacer uno a la carta, es decir, elegir la tabla, las ruedas, los ejes... nos pondríamos por encima de los 200.

Siempre con protecciones

En la escuela Guretxoko, decenas de chavales se inician desde los 5 años en este deporte, siempre bien pertrechados con las protecciones: casco, rodilleras, coderas y guantes. «Lo primero es aprender a caer, saber hacerlo sobre las protecciones, buscando utilizar la zona que lleves protegida; lo más importante son las rodilleras, pero si solo llevas coderas, pues caer sobre ellas. Y nunca olvidarse del casco». Impresiona ver a los aprendices tirándose desde lo alto de una rampa solo para aterrizar sobre las rodilleras:«Actualmente, en mi escuela hay más niños con un brazo roto por haber estado jugando al fútbol o caerse en el parque que por practicar con el 'skate'».

Otra cosa son los mayores, una caída de rodillas con 50 años puede ser problemática... «No es tan peligroso ni tan lesivo como parece. En la escuela tenemos muchos adultos, incluso de esa edad, algunos vienen porque patinaron de jóvenes y quieren recuperar lo que sabían, otros son surfistas que quieren iniciarse en el 'skate' para poder realizar en invierno una actividad similar. Pero también están los que parte de cero, aquellos que en su día se quedaron con las ganas. Pues para las rodillas no es tan peligroso como la gente se piensa, entre que vas protegido, que aprendes a caer y que tienes los pies sueltos... Puede ser peor el esquí, ya que los llevas bloqueados y la rodilla sufre más. Además, a los adultos les enseñas a otro ritmo, porque ya sabemos que los niños caen y rebotan».

Para entrenar en casa el equilibrio o para días de lluvia, incluso para aquellos que se quieren iniciar poco a poco, existe el 'balanceboard' o rulo, parecido a lo que usan algunos equilibristas en sus números:«Con él puedes hacer juegos o ejercicio, es lo que usábamos nosotros de chavales, lo hacíamos con una tabla vieja y una botella de plástico llena de agua o un trozo de tubería. No es mala idea para empezar, para el adulto que quiere acercarse de forma cautelosa a este deporte». El 'skate', como otras disciplinas, tiene sus propias máximas, pero esta es la que parece ofrecer la mejor lección: «Cada 'skater' aprende a su tiempo».

LA OFERTA DE 'SKATEBOARDS'

'Penny'

Se transporta bien, medio de locomoción

Es como el 'sancheski' de toda la vida. Se trata del 'skate' más pequeño, muy ligero, se puede llevar en la mochila, y sirve perfectamente para los desplazamientos. Es de plástico y tiene ruedas más grandes que el tradicional. Podría decirse que es como la versión reducida de un 'skate cruiser', no sirve para hacer trucos.

'Skate' tradicional

Para trucos, y en general para todo

Tiene una silueta simétrica, con dos pequeñas elevaciones en sus extremos, que hacen que pueda ser 'reversible' al patinar. Es el mejor para hacer trucos y patinar en los 'skate parks'. En realidad es el más polivalente, pues sirve para trasladarse por la calle, para hacer 'street skate' con el mobiliario urbano, para bajar cuestas...

'Surfskate'

Imita la sensación del surfista en el mar

El amplio movimiento de sus ejes y las ruedas más grandes le otorgan un movimiento similar al de la tabla de surf sobre las olas. Puede ser una buena opción para trasladarse por la ciudad, pues admite mejor todo tipo de suelos, aunque no está recomendado para hacer trucos. También es interesante para los que empiezan.

'Longboard'

Perfecto para bajar cuestas a toda velocidad

Tiene la tabla más larga (van desde los 90 centímetros hasta metro y medio, frente a los 85 de media del tradicional) y también varía su anchura y forma. Nació como fusión del 'skateboard', el surf y el 'snowboard'. Hay de varios tipos, pero el más demandado es el que se usa para bajar cuestas, donde pueden alcanzar los 100 km/h.

'Cruiser'

Para moverse por la ciudad

Es una derivación del 'longboard' pero más corto –de longitud similar al tradicional– y permite moverse de manera más cómoda por la ciudad, además de posibilitar el hacer algunos trucos. Son más versátiles y maniobrables que los 'longboard' y resultan ágiles, rápidos y de gran agarre. Perfectos para terrenos llanos o suaves pendientes.

Tabla con rulo, 'balanceboard' o 'trickboard'

Se trata de una tabla de madera, puede ser de skate o no, que se coloca sobre un rulo para ejercitar el equilibrio. Puede servir para que los novatos se vayan acercando al mundo del 'skate' y para matar un poco el gusanillo en casa. También vale como ejercicio para mantenerse en forma. Y si se da bien, para montar un número de equilibrismo.

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