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Sara i. belled
¿Es seguro el aire acondicionado?

¿Es seguro el aire acondicionado?

Los sistemas de refrigeración no solo son fiables sino que ayudan a disminuir el riesgo de transmisión siempre, eso sí, que se combinen con una adecuada ventilación de la estancia.

Lunes, 10 de mayo 2021, 23:08

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El refranero popular, que es muy sabio, siempre nos recuerda por estas fechas aquello de que 'hasta el 40 de mayo no te quites el sayo'. Y no le falta razón. Llueve en Madrid, Bilbao pasa de 31 grados a 17 de un día para otro, ventolera en Sevilla... Pero también es verdad que en un par de semanas o tres el calor empezará a apretar y serán muchos los que necesiten tirar de aire acondicionado para refrigerar su casa. Con el coronavirus surgieron mucha dudas sobre este tipo de instalaciones e incluso se llegó a cuestionar si eran realmente seguras para nuestra salud. Meses después y en el contexto de la pandemia se ha demostrado que los sistemas de refrigeración no solo son fiables sino que ayudan a disminuir el riesgo de transmisión en espacios interiores, conjuntamente con una adecuada ventilación de la estancia.

«Tanto si tenemos aire acondicionado como si no, siempre debemos abrir las puertas y ventanas de nuestra vivienda durante al menos 10 minutos un par de veces al día. Esto no quiere decir que en los momentos más calurosos no podamos usar los sistemas de climatización. Eso sí, es importante seguir una serie de recomendaciones teniendo en cuenta las características tecnológicas de cada aparato para saber qué precauciones se deben tomar en cada caso», advierte la portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu.

Se puede decir que existen dos grandes grupos de climatización: las instalaciones centralizadas y los de uso individual. En las primeras, el aire circula a través de conductos: se captura desde el exterior, se enfría y después circula por el edificio. Es el más habitual en centros comerciales, hospitales, oficinas...

Por el contrario, la mayoría de los sistemas domésticos son dispositivos para uso individual de cada hogar conocidos como 'split' –tienen una unidad externa donde está el compresor y otra interna con el evaporador, el ventilador y el cuadro de mandos– o multisplit –igual que los anteriores pero con una unidad exterior cuya capacidad sirve para alimentar varias aparatos interiores–. «Ambos tipos carecen de entrada de aire desde el exterior y tampoco se produce una recirculación entre los diferentes espacios más allá de la ventilación natural. Es decir, el aparato instalado en la cocina, por ejemplo, enfría el aire que ya estaba en la cocina», precisa la portavoz de la OCU.

De esta manera, el uso del sistema de refrigeración no aumenta el riesgo de contaminación desde el exterior, pero tampoco garantiza la necesaria renovación del aire, «por lo que conviene abrir ventanas y puertas con cierta frecuencia», aclara Pilar Budí, directora general de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC).

Superficie y orientación

¿En qué debemos fijarnos entonces a la hora de elegir el aire acondicionado? «Uno de los aspectos más importantes es la superficie del recinto que queremos climatizar, además de su orientación y el aislamiento de la vivienda... No tiene nada que ver una habitación pequeña a la que le da todo el día el sol que una enorme, pero con orientación norte. Debemos apuntar todos estos datos y en función de esos parámetros seleccionar el equipo que mejor se adapte a nuestras necesidades, puesto que si se instala un equipo de poca capacidad en una estancia muy grande no se conseguirán las prestaciones esperadas», aclara la directiva de la AFEC.

Otro aspecto importante respecto a la selección de los equipos es que sean lo más eficientes posibles. «El etiquetado permite al usuario comparar y elegir aparatos con una buena clasificación energética, lo que redundará en un importante ahorro en la factura», añade Pilar Budí. En este sentido, la OCU aconseja elegir modelos que permitan ajustar automáticamente la potencia del aire, así como la posibilidad de controlar el dispositivo a través de la tableta o el teléfono móvil.

Al margen del modelo elegido, los fabricantes recuerdan que la instalación de este tipo de sistemas de refrigeración por parte de particulares está totalmente prohibida.

Cómo hacer una correcta puesta a punto

Si ya tiene instalado el aire acondicionado, es el momento de ponerlo a punto. La OCU explica en cuatro sencillo pasos cómo realizar el mantenimiento de la instalación, «lo más importante para garantizar su correcto funcionamiento», añaden en la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC).

1. Limpiar los filtros de la unidad interna

Lo primero que se debe hacer para poner a punto la instalación es aspirar o lavar los filtros con agua fría según indique el fabricante del aparato. «En cualquier caso, no se deben usar productos inflamables», advierten en la OCU. Después, se dejan secar a la sombra y se vuelven a colocar cuando estén completamente secos.

2. Limpiar el split

Una vez aspirados los filtros, el siguiente paso es limpiar el resto del aparato refrigerador para que el aire circule sin problemas, especialmente por donde desagua. «Es muy importante evitar que se acumule agua para que no se convierta en un foco de bacterias y malos olores».

3. Limpiar la unidad externa del aparato

Aunque para este trabajo se recomienda acudir a un profesional, «si la unidad está accesible y no supone un riesgo quite el polvo con un aspirador o un cepillo o brocha blandos», aconsejan en la Organización de Consumidores.

4. Revise el circuito

Al igual que ocurre con los radiadores de la calefacción en invierno, es aconsejable que le eche un vistazo al circuito para comprobar si el aparato tiene alguna fuga. «Si es así, avise al técnico para que la localice, la arregle y haga una recarga de gas».

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