Sin pantalones ni faldas pese a las heladas
ruth hernández beltrán (EFE) / nueva york
El ambiente era festivo y la camaradería como si se conocieran de toda la vida. Cuerpos bien contorneados, delgados, luciendo alguna llanta o con sobrepeso. Eso no importó a nadie, como tampoco su grupo étnico y los había de todas las edades.