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La ‘ballena azul’ no vara en Canarias

La ‘ballena azul’ no vara en Canarias

El Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil alerta de la peligrosidad potencial del denominado juego de La ballena azul, que se está extendiendo entre menores a través de las redes sociales.

Jueves, 1 de enero 1970

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Ni el Cuerpo Nacional de Policía ni la Guardia Civil han constatado hasta el momento casos Laballena azul en Canarias, según confirman fuentes cercanas a los hechos a este periódico. Es más, las mismas fuentes sostienen que tampoco hay constancia de casos constatados en el resto del país. Lo que sí es cierto es que el juego ha despertado cierto desasosiego en la sociedad, sobre todo al tener a los menores como sus principales víctimas.

El Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil lanzó un comunicado ante la amenaza que supone este reto viral. La ballena azul es una comunidad peligrosa que se basa en un macabro juego desde grupos que se crean a través de redes sociales y que, desde el mayor de los secretismos, invita a sus inconscientes jugadores, la mayoría menores de edad y vulnerables, a superar una serie de pruebas cuyo final no será otro que terminar con su propia vida arrojándose al vacío.

El juego en cuestión consiste en realizar 50 retos en 50 días de los que deberán demostrar su superación mediante fotos o videos que lo atestigüen. Entre los retos se encuentran que el jugador debe autolesionarse con cortes en el cuerpo realizando inscripciones o dibujos (como el de una ballena azul), cortarse el labio, sentarse en un lugar con una considerable altura y exponiendo parte del cuerpo al vacío o permanecer despiertos varios días viendo películas de terror. La última prueba consistirá en que el jugador se suicide lanzándose al vacío desde un piso con altura considerable.

El comunicado destaca el carácter preventivo «dada la alarma social generada, la facilidad de llegar a todos los contenidos por parte de cualquier internauta, y en especial la curiosidad que genera lo desconocido a ciertos colectivos como el de los menores, pudiera llevar a que este peligroso juego llegue a los adolescentes españoles». Temen que una mayor difusión provoque un efecto llamada.

«Los responsables de este juego o comunidades similares, son expertos en ingeniería social, teniendo la capacidad de llegar a la manipulación de sus víctimas gracias a la información que previamente han recabado de ellos a través de sus perfiles en redes sociales, vías en las que contactan con ellos. Información que posteriormente puede ser utilizada también para amenazar a los menores para evitar que dejen la actividad sin el consentimiento de la persona que les está manipulando», destacan.

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