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Canarias7 / Santa Cruz de Tenerife
Jueves, 1 de enero 1970
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Una semana después de lo sucedido en Tenerife, fruto de un triple asesinato llevado a cabo por Ricardo Ortega, las heridas siguen pendientes de cicatrizar, pese a que el joven de 23 años, hijo y nieto de las víctimas, confesara su autoría.
Los restos de los tres familiares llegaron a la Isla Bonita en avión en la mañana del domingo para celebrar el velatorio en San Andrés y Sauces, prolongándose hasta las cinco de la tarde de este pasado lunes. En primer lugar llegaron a Los Sauces los restos mortales de Antonio Ortega, de 68 años de edad, quien falleció a manos de su hijo la trágica noche del 23 de marzo, en su casa de Guaza, donde se encontraba la finca de plátanos que adquirió a su regreso de Venezuela. Posteriormente lo hicieron los restos de la madre y el abuelo.
Desde la iglesia de Montserrat hasta el camposanto, cientos de personas se congregaron para honrar en silencio a los tres ferétros, mientras se mezclaban los sentimientos de indignación e incredulidad por este triste suceso que terminó sesgando sus vidas.
Casualmente, en este último viaje de la familia Ortega Martín a San Andrés y Sauces, también llegaron los restos de la abuela que había fallecido hace unos diez años y que estaba enterrada en la isla de Tenerife.
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