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Cándida perdió la vida este viernes, unos minutos antes de las diez de la mañana, a manos de su marido. Ambos estaban solos en su casa de Aldea del Rey (Ciudad Real) cuando se produjo la agresión porque su hijo de ocho años hacía solo un rato que había abandonado el domicilio familiar camino del colegio.
El asesinato de esta ama de casa rural de 54 años forma parte de una nueva ola de violencia machista extrema en España. Es el segundo crimen de género ocurrido en solo 24 horas, después de que el cadáver de otra mujer fuese localizado el jueves en un piso de Olot (Girona) junto a su homicida. Si las investigaciones confirman las circunstancias de ambos crímenes, con estas dos asesinadas serán ya cinco las víctimas de la violencia machista en 2024.
El asesino de Cándida, Luis Miguel, un agricultor también de 54 años, llamó cinco minutos antes de las diez de la mañana del viernes al 112 para confesar su crimen y desató una conmoción vecinal en este pueblo manchego de unos 1.600 habitantes ubicado a unas dos horas y media de coche de Madrid. Cuando la Guardia Civil y el médico de urgencias llegaron al hogar familiar, ubicado en un edificio de tres plantas en la calle Padre Jara, solo pudieron detener al homicida y certificar la muerte de la mujer. No existían denuncias previas por malos tratos contra el agresor.
Mientras los agentes analizaban el escenario del crimen para completar la investigación un equipo de psicólogos se desplazó hasta el colegio donde estudia el desde hoy huérfano de madre para comunicar lo sucedido, con el mayor cuidado posible, tanto a él como a sus compañeros de clase.
A la muerte de Cándida le precedió la de otra mujer de 37 años, en la población gerundense de Olot. Un cuarto de hora antes de las cuatro de la tarde del jueves uno de sus hijos llamó a emergencias para contar que había llegado a casa y había encontrado a su madre acuchillada y posiblemente muerta y a su padre con heridas graves. Cuando investigadores y sanitarios llegaron a la vivienda de la avenida Santa Coloma, el hombre aún estaba con vida, pero murió poco después, ya en el hospital.
Según apuntan las investigaciones de los Mossos d'Esquadra, que están bajo el secreto de sumario, al comienzo de la tarde del jueves el hombre habría acuchillado a su mujer, causándole la muerte, y luego se habría suicidado con el mismo arma blanca. La víctima tenía dos hijos y una hija menores y no consta que hubiese denunciado agresiones o vejaciones previas de su homicida.
Se trata del segundo crimen machista ocurrido en la provincia de Girona desde que comenzase el año. La anterior víctima fue Fátima, de 45 años, a la que su expareja, a quien había dejado hacía pocos días por sus constantes vejaciones, mató a cuchilladas en la tarde del sábado 27 de enero y dejó su cadáver abandonado en el interior de un coche junto a la desembocadura del río Ter.
Pese a la gravedad del doble episodio de violencia machista en 24 horas, el número de víctimas de 2024, cinco, es bastante inferior a la media de los asesinatos de género ocurridos en España durante los dos primeros meses del año durante la última década. No obstante, las agresiones de género extremas preocupan y mucho porque el país viene de un 2023 negro, con 58 asesinadas a manos de su parejas o exparejas. Nueve muertes más que en los doce meses anteriores y la cifra más elevada en ocho años. Fue el resultado de un ejercicio con una verano terrible, en el que, entre julio y septiembre, la violencia machista segó en España la vida de 25 mujeres, casi la mitad de todas víctimas del año.
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