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Un cazatesoros en la bahía

Un cazatesoros en la bahía

El misterioso buque Cdt. Fourcault lleva semanas fondeado detrás de la escollera del muelle deportivo. La suave corriente de la bahía lo hace rotar sobre su proa, y ahora desde la avenida puede verse su llamativa silueta, con ese color gris naval que le confiere aspecto de buque de guerra. Visita el blog de Eduardo Reguera. Aquí.

Eduardo Reguera / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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Basta recorrerlo con la vista para darnos cuenta de que este barco con bandera panameña y puerto de registro belga no es un simple mercante. En su cubierta, custodiada por una pareja de Dóberman, hay un helipuerto habilitado para un helicóptero AS-350, varias planeadoras y motos de agua, y cuenta con sofisticados equipos de inmersión. El Cdt. Faurcault es un cazatesoros, un buscador de pecios, y allá donde va llama la atención. Ahora, al anochecer, pareciera que esté a punto de zarpar rumbo a la isla Calavera con todo dispuesto para adrentarse en la niebla y capturar a King Kong.

Construido en 1968, tiene 489 toneladas brutas, 65 metros de eslora, 9 de manga y 4,75 de calado. Cuenta con 33 camarotes y 52 camas, y autonomía para navegar durante 45 días sin recalar en puerto alguno. Desde su construcción hasta 1985 operó como buque práctico belga e incluso llegó a ser buque escuela militar. En 2006 fue adquirido por Seatec, una empresa dedicada al rescate submarino.

Entre sus hazañas destaca su participación en el rescate del Costa Concordia, que naufragó en la costa italiana en 2012, y en la búsqueda de plata de galeones españoles hundidos en el Caribe. Se rumorea que está en nuestro puerto porque busca un buque mercante hundido en aguas de Marruecos durante la Segunda Guerra Mundial. A saber qué valiosas mercancías yacen en sus bodegas, ahora en el fondo del mar.

Su armador, Patrick Lizé, es un reconocido historiador especialista en arqueología submarina, autor de varios libros y artículos, y conocedor de viejas historias de piratas y tesoros sumergidos. «La próxima aventura está en el horizonte» es el lema de la expedición. Una evocadora frase que incita a enrolarse y a navegar en busca de nuevos desafíos.

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