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Negó que la quisiera matar pero le dio patadas

Negó que la quisiera matar pero le dio patadas

Mohamed Achraf K.H. reconoció que propinó a la víctima los golpes hasta que vio que sangraba y decidió pedir auxilio. El fiscal Josep Calpe pide una pena de 18 años y 11 meses de cárcel

Efe / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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Un hombre acusado de intentar asesinar a la madre de sus hijas a golpes teniendo orden de alejamiento de ella y después de que lo denunciara varias veces por maltrato negó este martes haberla pegado antes «en ningún momento», ni que acudiera en su busca la noche en que presuntamente planeó matarla.

El Ministerio Fiscal sostuvo que la noche del 9 de febrero de 2017, Mohamed Achraf K.H., nacido en Marruecos pero residente en Gran Canaria «toda la vida», según destacó, fue a por su expareja, a quien tenía prohibido acercarse por amenazarla de muerte, al saber que estaba en el centro comercial Ronda de San Bartolomé de Tirajana. Allí la localizó y le propinó primero un fuerte puñetazo en la cabeza que la dejó tirada en el suelo para luego emprenderla a patadas con su cuerpo hasta que quedó inmóvil y aparentemente muerta, de acuerdo con el relato de la acusación, que el procesado rechazó en la primera sesión del juicio que se sigue contra él en la Audiencia de Las Palmas.

Así, frente a la versión del fiscal Josep Calpe de que solo dejó de pegarle «al pensar que la había matado», momento en que afirmó que «se marchó corriendo del lugar gritando ‘la maté, la maté’», en tanto que su víctima «quedó tirada en el suelo, inconsciente», el enjuiciado sostuvo que se limitó a darle «cuatro patadas» hasta que vio que sangraba y decidió pedir auxilio.

Como prueba de ello, refirió que llegó a arrebatar el móvil a un vigilante con el que se cruzó a la carrera para llamar al 112 demandando asistencia para la mujer, incluso cuando el dueño del aparato compareció como testigo y lo negó. Y no solo el vigilante de seguridad, que aseguró que la agredida estaba inconsciente y con apariencia de no respirar frente a sus afirmaciones de que antes de abandonar la zona comprobó que respiraba, ofreció una versión de los hechos contradictoria con la del acusado, sino también varios testigos que fueron llamados a contar lo que sucedió aquella noche.

Entre ellos, agentes de la Policía Nacional que intervinieron tras darse la alerta de lo que pasaba y que recabaron declaraciones de gente que explicó que «le vieron huir diciendo que la había matado».

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