La fiscal insiste: «El doctor abusó de su paciente»

Este procedimiento juzga al doctor Carlos Lázaro por una denuncia por abusos sexuales que presentó en su contra una de sus pacientes en el centro de salud de Canalejas en el año 2016. Se trata del primero de los procedimientos penales en los que se sienta en el banquillo este facultativo ya que, de manera paralela, sigue siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Las Palmas de Gran Canaria tras cerca de una veintena de denuncias presentadas por pacientes suyas que alegaron los hechos de índole similar al juzgado ayer y por los que incluso fue detenido: que el médico abusaba presuntamente de ellas cuando acudían a la consulta en el centro de Canalejas.

Según relató ayer la fiscal, el doctor Lázaro el día 5 de agosto de 2016, «con evidente ánimo lascivo», aprovechó que la denunciante acudió a su consulta para que le cambiase su tratamiento de hipotiroidismo ya que se encontraba en avanzado estado de gestación. Durante la consulta, según esta parte, el doctor le preguntó por unos dolores de espalda que presentaba a raíz de un accidente de circulación y, al responderle la paciente que seguía con ellos, cerró la puerta de la consulta y le dijo que le iba a «relajar la espalda», como así declaró la mujer en la vista.

A continuación y con la excusa de que creía que necesitaba un masaje, «se colocó detrás de ella y agarrándole los hombros, los movió de forma circular hasta lograr colocar sus brazos de forma de que las manos de su paciente le frotaran su pene», sostuvo la fiscal Herreros. Estos supuestos hechos duraron unos «dos minutos», dijo, y cuando la víctima consiguió sobreponerse, le dijo al presunto agresor que ya se encontraba bien y se separó de su lado.

A raíz de este presunto abuso sexual, la paciente realizó una reclamación en el centro de salud, pidió a su vez que le cambiaran de facultativo de cabecera y eso derivó en que el Servicio Canario de Salud pusiera el caso en conocimiento de las autoridades judiciales, que ordenaron la detención del facultativo, siendo puesto en libertad, con cargos y sin fianza en noviembre de 2016.

Estos hechos, según el Ministerio Fiscal, son constitutivos de un delito de agresión sexual y por eso le piden cuatro años de prisión, el alejamiento con respecto a la víctima y libertad vigilada durante cinco, y la prohibición de desempeñar la actividad médica colegiada y la obligación de participar en programas de educación sexual durante el tiempo de la condena.

Por su parte, el doctor Lázaro volvió a insistir en su inocencia y alegó que los hechos que denunció su paciente eran totalmente falsos. En este sentido, la defensa representada por los letrados María Rosa Díaz-Bertrana y José Gerardo Ruiz Pasquau intentó acreditar ante el juez que el médico llevaba tratando a la paciente desde el año 2012 sin ningún tipo de incidentes y que, cuando presuntamente ocurrieron los hechos, la misma se encontraba descompensada psíquicamente porque había dejado de tomar una medicación que le prescribieron para tratarle un problema de salud mental. El caso quedó visto para sentencia.

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