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El juez impone 16 años al asesino de la gasolinera

El juez impone 16 años al asesino de la gasolinera

El juez ha impuesto 16 años de cárcel al joven de 21 José Javier Herrera, a quien el jurado declaró la semana pasada culpable del asesinato de su examigo René Sendino, con el que tenía problemas relacionados con el tráfico de drogas.

Antonio F. de la Gándara

Jueves, 1 de enero 1970

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16 años de cárcel por asesinato con la atenuante de arrebato es la pena que pagará el vecino de San Fernando de Maspalomas José Javier Herrera Santana, de 21 años, por matar a su examigo René Sendino Sáiz en la madrugada del 12 de noviembre de 2015, arrollándolo con su coche y rematándolo con una llave de tubo.

La Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas notificó ayer la sentencia con la que el magistrado Carlos Vielba da forma jurídica al veredicto de culpabilidad que emitió el jurado la semana pasada en referencia a Herrera Santana. Además de la condena penal, la sentencia obliga al acusado a indemnizar a los legítimos herederos de Sendino con 172.552,79 euros, sin que del abono de tal suma deba responder la aseguradora Allianz Seguros, emplazada por la Fiscalía y la acusación particular como responsable civil subsidiaria del crimen.

Pelea.

La sentencia se ciñe al relato declarado como probado por el jurado el jueves y detalla que el crimen se fraguó en la gasolinera de Cepsa de San Fernando en la madrugada del 12 de noviembre de 2015. Sobre las 0.20 horas de aquel día José Javier Herrera estaba repostando con su coche cuando llegó René Sendino en una moto, y tras apearse «agarró fuertemente por el cuello» a Javier, invitándolo a que se le peleara con él, sin que éste aceptara.

A continuación, René entró en la estación y al salir se dirigió al acusado llamándole «maricona». El joven ya se iba en su moto cuando fue agredido por José Javier, enzarzándose ambos en una pelea. Cuando ya los habían separado, «René por sorpresa golpeó a José con el casco en la cabeza».

Tras la pelea, René salió de la gasolinera en dirección hacia el sur. José Javier lo siguió en el coche, y le embistió por detrás. Después se bajó del coche y lo remató con una llave de tubo, a tiempo que le decía «hijo de puta», preso de gran excitación tanto por la pelea como por rencillas previas.

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