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El acusado de matar a un empresario alega que la víctima lo tenía encerrado

El acusado de matar a un empresario alega que la víctima lo tenía encerrado

Un joven acusado de asesinar al exdueño de una cadena de tiendas deportivas de Gran Canaria que le trajo a la isla prometiendo pagarle a cambio de sexo ha culpado este lunes a la víctima, a quien "no pensó matar en ningún momento" hasta que le encerró, ha alegado.

Efe / Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 15 de julio 2020, 04:06

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La Audiencia de Las Palmas ha celebrado este lunes la primera sesión del juicio ante Jurado contra el joven brasileño Flavio J.D.S., que se enfrenta a una solicitud de condena de 22 años de cárcel por asesinato por parte de la Fiscalía, que la acusación ejercida por los hermanos de la víctima eleva a 30 años de prisión.

En su declaración ante el tribunal, el procesado ha reconocido que mató al empresario, pero ha insistido en que actuó "por miedo" y que "no sabía ni qué hacía" cuando ocurrió el suceso.

Este tuvo lugar el 10 de octubre de 2016, día en que el enjuiciado, que por entonces tenía 20 años, acabó con la vida del hombre que lo había traído a la isla tras conocerlo en Madrid, antiguo dueño de una cadena de tiendas deportivas.

Frente a la tesis de las acusaciones de que actuó movido por el deseo de vengarse porque el fallecido le había prometido 2.000 euros por tener sexo con él y luego le dijo que no le iba a pagar, Flavio J.D.S. ha alegado que lo mató porque le exigía favores no acordados y llegó a encerrarlo por negarse a ellos.

Algo que comenzó a hacer a los pocos días de que el 1 de abril, conforme a su relato, tras conocerse ambos en un local de Madrid y negociar su trato, aterrizara en Gran Canaria con un billete que le compró la propia víctima.

El procesado sostiene que, pese a que el empresario le había asegurado que con él "no le iba a faltar de nada" y solo le había pedido mantener "relaciones esporádicas" con él, en realidad luego comenzó a exigirle "cosas raras" rayanas en el "sadomasoquismo". Y cuando se negó a hacerlas, le dejó encerrado con llave en su casa.

La tensión aumentó con el tiempo, porque el empresario, disgustado, le comenzó a ordenar también hacer tareas domésticas, pero él se negó respondiendo que "no era una chacha", ha proseguido.

Y ha dicho que todo terminó cuando el 10 de abril el hombre volvió a asaltarle en un momento en que "le intentó tocar" y le dijo que le hiciera una felación.

Entonces, de acuerdo a su relato, se escondió en un baño del inmueble en que estaban y desde allí oyó cómo iba a encerrarle de nuevo, por lo que salió pese a su miedo y se le encaró.

Eso provocó que volviera a insultarle, por lo cual cogió una estatua que había en el lugar y le golpeó hasta que cayó al suelo, ha continuado.

Pero ha negado que luego siguiera atacándole ya en el suelo deliberadamente, como afirma el fiscal, con unas tijeras con las que le causó más de medio centenar de cortes por el cuerpo, según la acusación.

En lugar de ello, ha declarado que el fallecido trató de agarrarle en un momento en que intentaba huir y que cogió las tijeras al verlas en una mesa cercana para clavárselas repetidamente hasta que le soltó y pudo huir.

Y ha añadido que ni siquiera veía dónde le hería porque lo hizo con los ojos cerrados, frente al planteamiento del fiscal de que lo hizo de forma deliberada y con el propósito de aumentar su sufrimiento.

Por ello, en lugar de asesinato con alevosía y ensañamiento, como califica el fiscal lo ocurrido, la defensa del joven ha pedido que se consideren los hechos como un homicidio y se le condene a seis años de prisión, aplicándole atenuantes de miedo, arrebato, obcecación y confesión.

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