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Descansar en un sofá cama. En el despacho del jefe de servicio o en el de consultas externas. Zonas que a primera hora tienen otros usos y con características que imposibilitan el adecuado descanso. Esta es la realidad con la que se encuentran los profesionales de Anestesiológia y Reanimación del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria desde hace semanas cuando llega su hora de descanso nocturno durante las guardias.
Las áreas habilitadas actualmente son «totalmente inadecuadas», denuncian. En el caso de consultas externas «no se dispone de cerraduras y tiene problemas de iluminación», lo cual supone un perjuicio para su «seguridad personal», y en el caso del despacho de la jefatura, se trata de un espacio «mal habilitado, en un pasillo de tránsito y con abundante ruido durante la noche», todo ello también, en detrimento en la «calidad de nuestro descanso y en la dignidad como profesionales sanitarios».
Hace semanas que la zona de descanso de estos especialistas, ubicada en la tercera planta ala este del hospital- acondicionó para las unidades de Cuidados Paliativos y del Dolor, una decisión que les sorprende porque es «considerablemente mucho más pequeño que el espacio que ocupan actualmente, afectando a su funcionamiento y, por ende, el servicio que se presta a estos pacientes tan delicados».
En este sentido, argumentan que no entienden esta decisión «habiendo espacios con funciones administrativas, de las secciones sindicales y áreas cerradas en la tercera y cuarta planta de ala oeste, como los antiguos quirófanos de la planta tercera, con más de 15 años sin uso»
En una carta, dirigida al director del Servicio Canario de Salud (SCS), a la gerencia del Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil (CHUIMI), a la Unidad de Riesgos Laborales del citado hospital y el Sindicato Profesional de Médicos de Las Palmas, solicitan conocer cuándo tendrán unos «dormitorios dignos y acondicionados» para su descanso, que garanticen los «requerimientos mínimos de la normativa al respecto».
Los sanitarios recalcan en el citado documento que sus turnos son de 24 horas, «extenuantes, en función de la sobrecarga de la guardia, los turnos acumulados y con solo 24 horas de descanso». «Si a esta situación ya extrema que estamos viviendo, le sumamos la baja calidad del descanso del personal en los momentos en los que podemos, no nos queda más que expresar nuestra preocupación y descontento al no poder garantizar nuestra salud física y mental, lo cual finalmente puede repercutir en nuestra actividad asistencial«.
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