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Imagen de un local en Navarra, donde empezó a implementarse el certificado covid a finales de noviembre. EUROPA PRESS

El sector de la hostelería, desconcertado ante la aplicación del certificado covid

Los restauradores están perdidos y piden claridad ante las «lagunas» de la orden. Muchos barajan acatar las restricciones y perder aforo en lugar de pedir el pasaporte para evitar «problemas»

Silvia Fernández

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 11 de diciembre 2021, 00:00

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El sector de la hostelería de Canarias afronta la implantación del certificado covid con mucho desconcierto e incertidumbre. Los restauradores no saben hasta dónde pueden llegar en la exigencia de pedir el documento y se preguntan cómo tienen que actuar en el caso de que algún comensal se niegue a proporcionarlo e incluso les amenace con denunciarlo por solicitárselo.

Se sienten perdidos ante las «lagunas» que plantea la orden publicada el jueves en el BOC y que entró ayer en vigor, al dejra en manos del dueño del local la responsabilidad de pedir el certificado al ser «algo voluntario». Todos están a favor de la medida pero no de cómo se ha implantado por parte del Gobierno de Canarias, dejando la pelota en su tejado en exclusiva.

Es por esta razón que los restauradores consultados por CANARIAS7 no tienen aún claro si lo pedirán a partir del día 15 (cuando cambían las exigencias de cada fase) o preferirán acatar las restricciones y las limitaciones de aforo de la fase en la que se esté (cabe recordar que pedir el certificado covid permitirá al local acogerse a las medidas de la fase anterior a la que se encuentre la isla) para «evitar líos y complicaciones». Muchos temen que se presenten en los locales negacionistas o antivacunas «y la líen» a cuenta del certificado covid.

Algunos empresarios, según reconocen, han recibido mensajes vía whassap de personas advirtiéndoles de que si lo piden acudirán para denunciarlos. «Quizás todo se quede en nada pero estas personas hacen mucho ruido y pueden ir a perjudicar a los locales», indica un empresario que prefiere no identificarse y que demanda al Gobierno de Canarias «más claridad» en la norma.

De hecho, desde la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT), se ha solicitado al Gobierno de Canarias una reunión con la mesa del ocio para aclarar los distintos puntos que están en el aire y que, a partir del 15, «esté todo claro» y unificado.

Hasta que llegue ese momento, la mayoria de los empresarios de hostelería consultados «va a tantear» si los clientes llevan encima el certificado covid y si lo aceptan para decidir implantarlo o bien optan por las restricciones. Esto en la parte que afecta a los clientes ; en lo que se refiere a los trabajadores y la obligatoriedad de pedir el certificado covid, las dudas son aún mayores. Los restauradores no creen que puedan obligar a sus plantillas a estar vacunadas y no ven factible sacarlas, en caso de que no lo estén, del servicio de atención al comensal para ponerlo en otra área como la cocina o la barra. «No quiero acabar con un trabajador de baja por acoso al pedirle que se vacune», comentaba ayer un empresario.

Sonia García, responsable del Bodegón Lagunetas en Triana, es uno de los negocios consultados que va a esperar para tomar una decisión. «No sabemos aún qué hacer. Algunos dicen que es inconstitucional y discriminatorio pedirlo y quizás lo mejor sea acatar las restricciones y las limitaciones de aforo para evitar problemas», señala García. Además, apunta como otro inconveniente del certificado covid que tendrán que tener a una persona solo para este control.

En el mismo sentido se expresa Yásmina Betancor, propietaria del restaurante La Pepa de Triana. «Muchos vamos a ver cómo funciona estos días para tomar una decisión porque hay un vacío legal que complica mucho las cosas», indica Betancor. Anoche tenía una cena para 17 personas y asegura que los organizadores estaban muy preocupados por que algunos de ellos no tuvieran el certificado covid. «Es complicada la situación del cliente», manifiesta.

Daniel González, dueño del restaurante Hook, apunta que «no hay garantías legales» en la norma. «Hemos preguntado a asesores y abogados y nadie ha sabido aún darnos respuestas», indica González.

Desde la Fecao, Bárbara Cabrera, y desde la Asociación de Bares y Restaurantes integrada en la FEHT, Antonio Márquez, consideran fundamental que el Gobierno de Canarias «aclare todas las dudas». Ambos comparten la medida pero critican la falta de claridad.

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