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«El mimo al paciente es imprescindible para que una clínica alcance la excelencia»

«El mimo al paciente es imprescindible para que una clínica alcance la excelencia»

Con más de 30 años de ejercicio profesional, el doctor Antonio Marqués cuida hasta el mínimo detalle del funcionamiento de su Centro de Rehabilitación Oral, ubicado en la calle Bravo Murillo, número 9. Rodeado un equipo de más de 20 profesionales, cree que el secreto del éxito laboral está en la pasión.

A.L.H. / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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— ¿Por qué decidió ser dentista?

— No fue difícil para mí. Provengo de una familia de médicos, por tanto el planteamiento de elegir medicina ni siquiera fue una elección. Desde niño sabía que quería ser médico, como mi padre y mi hermano mayor. Por otra parte, la familia de mi madre era una familia de artistas (pintura, fotografía....), así que me eduqué entre la ciencia y el valor estético. Cuando acabé medicina, me planteé qué especialidad me podía permitir desarrollar mis capacidades y con la ayuda de mi padre, pensamos que la estomatología reunía esa faceta de ‘creación’ dentro de la medicina, que más se acercaba a lo que a mí me gustaba.

— ¿Cómo recuerda sus inicios?

— Supongo que como todos a esa edad, con una enorme ilusión. Mis inicios se pueden resumir como formación, formación y formación, con una gran dosis de entusiasmo e ilusión.

— ¿Qué es lo que le motiva en el día a día en la consulta?

— La respuesta de los pacientes de nuestra clínica es suficiente motivación. Cuando un paciente acude a ti buscando una solución a su boca con cierto nivel de preocupación – no podemos olvidar que los pacientes no saben cuál va a ser el resultado de su tratamiento hasta que no esté finalizado- y al final te cuentan que les has cambiado la vida y ves su satisfacción, te sientes feliz. Además, teniendo en cuenta que dos de mis hijos trabajan conmigo mano a mano en la clínica, ver cómo se han enamorado de esta profesión, es una motivación añadida que hace que, cada día, cuando entro en la clínica me invada un sentimiento de, ¿cómo definirlo?, satisfacción por el deber cumplido.

— ¿Cuál es la parte de su trabajo qué más disfruta?

— Colocar implantes me gusta muchísimo pero sobre todo me gusta la prótesis. Esa mezcla de técnica y valoración estética, me satisface profundamente.

— ¿Qué consejos de salud bucodental da siempre a sus pacientes?

— Prevención y prevención. No hay otra. Intento transmitir a todas las personas que pasan por el Centro de Rehabilitación Oral que mantener la boca sana y, por tanto, tener una buena salud general pasa por acudir periódicamente a un profesional que detecte un problema en sus inicios y así poner una solución fácil, rápida y, por supuesto, mucho más económica.

— ¿Cómo es un día en la clínica?

— Afortunadamente cuento con un magnífico equipo de profesionales que me facilitan enormemente la tarea. Al inicio de la jornada tenemos una reunión informativa de la planificación del día y se me informa del planning. Después, pacientes, pacientes y más pacientes. A última hora me reúno con mis colaboradores para ver los casos nuevos que han venido, para planificar sus tratamientos.

— ¿De qué se siente más orgulloso?

— De la magnífica labor que están haciendo mis hijos en esta profesión. Ver cómo se apasionan con cada caso, cómo se involucran y cómo disfrutan resolviéndolos me hace sentir muy bien.

— ¿Qué destacaría de su carrera profesional y de su clínica?

— Con toda humildad debo decir que he tenido éxito profesional. Creo que hemos conseguido tener un centro donde los pacientes se sienten muy bien tratados y les damos lo que necesitan.

— ¿Qué cree que es lo que más valoran sus pacientes?

— La proximidad, el trato cercano y personal, el que siempre seamos los mismos y no haya movimiento de personal. Además de los resultados de los tratamientos, evidentemente. A los pacientes les encanta que haya mucha tecnología, pero, como dice mi hijo Antonio, la tecnología se puede comprar y al final quienes la manejan son las personas. El cuidado a la persona, es sin lugar a dudas lo que más valoran.

— ¿Qué es imprescindible para que una clínica alcance la excelencia?

— Lo definiría en una sola palabra: mimo. El mimo al paciente, a los profesionales que forman el equipo, al cuidado de las instalaciones.... Cuando amas tu profesión consigues la excelencia. Es difícil hacer mal aquello que te apasiona

— ¿Qué cambios cree que van a producirse en el sector en los próximos años?

— Creo que los seguros y las franquicias están haciendo mucho daño. Avanzaremos mucho en el aspecto tecnológico, pero que las consultas se convertirán en ‘supermercados de dientes’, donde los pacientes serán números de cuentas de resultados, algo muy alejado de lo que yo cuido y persigo en mi clínica.

— ¿Hacia donde camina la odontología del siglo XXI?

— Hacia los tratamientos digitales.

Muy personal

Una ciudad

Mi ciudad, Las Palmas de Gran Canaria y después San Sebastian.

Una película

2001 Una Odisea del Espacio.

Frase de cabecera

“No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”.

Un plan ideal

El surf y el vuelo libre son mis pasiones, que comparto con mis hijos, que son mi verdadero motor.

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