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Varias dosis preparadas para ser inoculadas. Efe
Sanidad recula en 24 horas y rechaza ahora posponer las segundas dosis

Sanidad recula en 24 horas y rechaza ahora posponer las segundas dosis

La Comisión de Salud Pública hace suya la recomendación de la EMA de mantener los 21 días para Pfizer y 28 para Moderna

Melchor Sáiz-Pardo y Álvaro Soto

Madrid

Martes, 20 de abril 2021

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Sanidad rectifica 24 horas después. No habrá acelerón en la campaña de vacunación con el ardid de ampliar el espacio entre la primera y la segunda dosis de Pfizer y Moderna y a cuenta de dejar durante semanas a grupos vulnerables sin la inmunización completa. La Comisión de Salud Pública, con representación de Sanidad y de las comunidades, rechazó este martes el controvertido documento propuesto por la propia directora general de Salud Pública, Pilar Azcárraga, en el que se planteaba posponer la segunda dosis de las profilaxis de Pfizer y Moderna entre 6 y 8 semanas entre las personas menores de 80 años para aumentar el ritmo inmunizados.

La proposición del departamento que dirige Carolina Darias para aumentar la cobertura tras los retrasos provocados por el parón de Janssen y el veto a AstraZeneca tras los episodios de trombos en Estados Unidos y Europa fue rechazada por una clara mayoría de expertos, incluso del propio ministerio. Los especialistas hicieron suyas las recomendaciones en las últimas horas de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de rechazar esta estrategia que sí se ha usado en otros países europeos. «Deben usarse tal y como se describe en el prospecto del producto, lo que se traduce en dos dosis con tres semanas de diferencia entre la primera y la segunda en el caso de Pfizer/BioNTech y 28 días para Moderna», insistió el regulador europeo. El propio Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) -recordaron hoy desde la Comisión de Salud Pública- a finales de enero avisó sobre Pfizer, la vacuna que con mucho es la más inoculada, que la administración de la segunda inyección debe ser exactamente «tres semanas« tras la primera, modificando la prescripción anterior, que indicaba «al menos 21 días» tras la primera dosis.

«Actualmente no hay datos clínicos sobre la eficacia de las vacunas a cuando se administra más allá de los intervalos utilizados en el ensayo clínico», explicaron este martes fuentes de la comisión, todavía «chocados» por la propuesta de la alta responsable de Darias.

Los expertos de las comunidades lograron así evitar 'in extremis' el enésimo giro de 180 grados en el plan de vacunación española. Un cambio radical –que desde el principio había sido visto por los expertos con reticencias- y que contradecía la propia posición oficial del Ministerio de Sanidad, que la semana pasada, por boca de la propia Carolina Darias, había desdeñado de manera inmediata la petición las comunidades de Madrid, Cataluña y Andalucía de ampliar hasta 42 días la inoculación de Pifzer y Moderna con los argumentos de que«los colectivos más vulnerables deben de tener la máxima protección» y de que los informes de su departamento solo daban un 50% de protección con una sola dosis de Pfizer o Moderna.

Por eso, varios de los expertos de la Comisión de Salud Pública que hoy rechazaron ampliar los plazos de las segundas dosis, calificaron en privado de «ocurrencia» la propuesta de Azcárraga y expresaron sus dudas sobre los informes científicos que la alta responsable de Sanidad esgrimió para defender ese sorpresivo cambio de criterio.

El documento remitido a los expertos de las comunidades por parte de la directora general de Salud Pública, lejos de la tesis de los expertos de que no hay evidencias que avalen la separación de dosis, sí que defendía las bondades de espaciar las inoculaciones . «La separación de las dosis en la pauta de las vacunas de ARNmensajero (Pfizer y Moderna) permitirá aumentar el número de personas protegidas con una primera dosis de vacuna sin retrasar demasiado la consecución de la pauta completa, que asegura la máxima protección a medio y largo plazo». Según es documento de Sanidad que ahora queda en papel mojado, «un intervalo ampliado entre dosis da como resultado niveles más elevados de anticuerpos y mayor duración de la protección».

Salud Pública llegaba a esa conclusión que los expertos echaron hoy por tierra utilizando un modelo matemático con una imaginaria ciudad española de 500.000 habitantes golpeada por la cuarta ola y en la que se opta en un primer supuesto por mantener la actual separación de 21 ó 28 días o aumentarla hasta los 56. «Comparando ambas estrategias, y en situación de una potencial cuarta ola epidémica, la separación de las dosis consigue una reducción entre el 22% y el 26 % de infecciones, entre el 26% y el 31% de hospitalizaciones y entre el 30% y el 32% de fallecimientos, en función de la magnitud de la ola epidémica», apuntaba el texto que hoy fue rechazado.

La negativa a posponer los segundos pinchazos será oficial cuando este miércoles el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) confirme el rechazo del texto de Azcárraga, que sí que había sido apoyado por los tres gobiernos autonómicos que lo propusieron.

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