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La ministra de Sanidad Carolina Darias. Efe
Sanidad cede y suavizará las restricciones tras el varapalo judicial de Madrid

Sanidad cede y suavizará las restricciones tras el varapalo judicial de Madrid

Darias comienza a sondear a las comunidades para aprobar el miércoles en el Interterritorial una resolución con solo «recomendaciones» sobre la hostelería aunque lucha por mantener las medidas al ocio nocturno

Melchor Sáiz-Pardo y Álvaro Soto

Madrid

Lunes, 7 de junio 2021, 19:02

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Nuevo volantazo en Sanidad. Solo minutos después de que la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional decidiera la tarde de este lunes dar la razón al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y suspendiera de forma «cautelarísima» las restricciones al ocio nocturno y la hostelería en Madrid, Carolina Darias y sus más cercanos colaboradores levantaron el teléfono. Su objetivo fue sondear a los consejeros autonómicos sobre la posibilidad de aprobar el próximo miércoles en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) una nueva resolución en la que, en esencia, las restricciones en bares y restaurantes dejarán de ser de «obligado cumplimiento» para convertirse en simples «recomendaciones». Sanidad, este lunes, siguió insistiendo a las comunidades en la necesidad de mantener las restricciones horarias a las discotecas, aunque también se mostró abierta a discutir este punto tras la polvareda provocada por el duro varapalo de la Audiencia Nacional al intento de imponer restricciones a todo el sector y en toda España sin consenso y sin el apoyo de las comunidades más pobladas del país.

El revés a Sanidad fue de gran envergadura, no tanto por el contenido (porque los jueces no entraron a tratar el fondo de la cuestión) sino por las formas. Y es que la Audiencia Nacional, en una decisión totalmente inusual, aceptó –y solo en solo cuestión de horas– la petición de medidas «cautelarísimas» del Ejecutivo de Madrid para dejar sin efecto, por el momento y de forma inmediata, el polémico acuerdo de la pasada semana del CISNS. Una resolución promovida por Sanidad y únicamente respaldada por las autonomías afines al Ejecutivo central que, entre otras cuestiones, obliga a dejar de atender a los clientes de la hostelería a medianoche; que ordena cerrar a la 1 las terrazas; que impide abrir el interior de los locales con una incidencia acumulada superior a 150; o que fuerza a los empresarios a echar el cierre al ocio nocturno a las 3 de la madrugada.

La sala de lo Contencioso Administrativo del tribunal de la calle Génova, en una decisión que abría la puerta a que otros ejecutivos autonómicos 'rebeldes' pudieran bloquear de forma automática las órdenes del CISNS en sus respectivos territorios, aceptó frenar las instrucciones aprobadas la pasada semana por ese órgano, ya que el «interés público que alega la comunidad autónoma está más necesitado de protección cautelar urgente en este momento procesal» que el acuerdo del Consejo. Y ello, zanjaron los jueces, porque existe «el riesgo de generar situaciones de incertidumbre y de menoscabo (que pudiera ser grave) a los intereses de los afectados últimos por la decisión de imponer restricciones distintas a las ya existentes». Unos perjudicados que, se infiere de la resolución, no serían solo los empresarios nocturnos, sino también los ciudadanos, a los que se pretenden recortar su ocio en los bares, terrazas o discotecas este verano.

Los magistrados insistieron en que es necesario apoyar la «medida cautelarísima» reclamada por el Gobierno de Ayuso, porque, de no hacerlo, «el escenario de incertidumbre se vería seriamente agravado y perjudicado si se admite un cambio en el nivel de restricciones» como el que plantea Sanidad.

En todo caso, agregaron los jueces, «nos parece que la seguridad jurídica, en este caso, concentra un interés público especialmente intenso (derechos fundamentales), de tal suerte que su protección momentánea revela un interés cualificado que denota la urgencia y necesidad de la medida cautelarísima y la justifica».

Ni siquiera Isabel Díaz Ayuso se esperaba un espaldarazo de este nivel y tan inmediato de la Audiencia Nacional, solo horas después de ordenar a su equipo jurídico presentar un recurso contra unas medidas «arbitrarias y que atentan contra el sentido común e interés de los madrileños», tal y como escribió en Twitter.

El recurso que recibió el amparo exprés del Contencioso pedía la paralización inmediata y «cautelarísima» del acuerdo del pasado 2 de junio por considerar que obligar al cierre adelantado de la hostelería y del ocio nocturno iba a causar «un daño inmediato, irreparable e insubsanable» al sector.

Madrid, aunque en este primer escrito solo reclamaba paralizar de manera preventiva la polémica orden, ya adelantaba que su objetivo final es la «íntegra anulación» de la resolución promovida por Sanidad y que no fue apoyada por Madrid, Castilla y León, Andalucía, Galicia, Cataluña, Murcia, Melilla y País Vasco.

El recurso atendido al 100% por los jueces denunciaba que las órdenes del Interterritorial «sumen al ciudadano en un régimen de medidas voluble» y que, además, estas resoluciones se han «impuesto sorpresivamente sin razón alguna, sustituyendo de un día para otro la regulación existente». El escrito, por ello, sostenía que la resolución promovida por Carolina Darias es «una afrenta clara a la seguridad jurídica».

Los abogados de la Comunidad argumentaban ante los jueces de la Audiencia Nacional que la anulación de la resolución de manera provisional, tal y como finalmente ha sucedido, no iba a provocar ningún tipo de vacío legal en la región porque en Madrid, desde el 7 de mayo, rige ya una orden de la Consejería de Sanidad en la que se «establecen medidas preventivas para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la covid una vez finalizada la prórroga del estado de alarma».

La apelación de Madrid, además, insistía en que la «declaración de actuaciones coordinadas» que el Gobierno central trasladó al BOE el pasado sábado está «viciada de origen», ya que es un «hecho incuestionable» que no se adoptó por «consenso», tal y como fija la normativa del propio Consejo Interterritorial.

Y es que, el artículo 73 de esta Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, que es el que da carta de naturaleza al Interterritorial, establece textualmente que «los acuerdos del Consejo se plasmarán a través de recomendaciones que se aprobarán, en su caso, por consenso». Un consenso para meras «recomendaciones» que también certifica el reglamento que fija el funcionamiento del consejo y que, evidentemente, no contradice la ley y en ningún momento da un carácter normativo a esos acuerdos.

Y es ahí donde Madrid y el resto de las autonomías críticas chocan frontalmente con el Gobierno central. Las primeras, lideradas por Madrid, entienden ese «consenso» como sinónimo de «unanimidad». En Sanidad, sin embargo, lo interpretan como «mayoría» de las comunidades. Los servicios jurídicos de Madrid tratan de zanjar el debate tirando de la única acepción reconocida en el diccionario de la RAE: «Acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos». «Todos», insisten en subrayar los letrados de Díaz Ayuso.

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