

Secciones
Servicios
Destacamos
El desabastecimiento de bolsas de orina que sufren las personas con discapacidad física y orgánica de toda España ya se empieza a apreciar en Canarias, donde las farmacias están empezando a notar cómo sus reservas van mermando a pasos acelerados.
La escasez de depósitos afecta a cerca de 1.500 personas en las islas. De hecho, en febrero las bolsas de orina se prescribieron en Canarias a un total de 1.476 personas, según indicaron fuentes del Servicio Canario de Salud. El último mes las oficinas de farmacia del archipiélago dispensaron unas 53.000 unidades de drenaje a través de 1.900 recetas.
«El Ministerio de Sanidad está intentando solucionar el problema pero la escasez de bolsas está ahí», señala Loreto Gómez, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Las Palmas, que aboga por el uso racionalizado de las limitadas existencias que vayan llegando al archipiélago.
«Por un lado, las bolsas son reutilizables y, por otro, los farmacéuticos pedimos a la gente, que cuando aparezcan las bolsas, no hagan acopio de cajas para que las cantidades que llegan a cuentagotas a Canarias se puedan distribuir entre la población», señala la farmacéutica.
La escasez de bolsas se debe al cierre de una fábrica que aglutinaba la mayor parte de la producción que suministraba a un nutrido número de países. Ahora, deprisa y corriendo, se buscan alternativas para su fabricación y suministro. «Están trabajando a destajo para suplir este déficit», indica Gómez sobre este problema que muestra el lado más negativo de la globalización.
Crear nuevos puntos de suministro no será fácil. «La capacidad de reacción para fabricar las bolsas en otros sitios es limitada», ya que es necesario certificar y analizar la idoneidad de los materiales empleados, unos trámites y estudios que se prolongan en el tiempo, relata la portavoz de los farmacéuticos de la provincia de Las Palmas.
Estas bolsas las usan las personas con lesión medular, esclerosis múltiple, espina bífida o con daños neuronales tras sufrir un ictus, entre otros grupos de pacientes.
Uno de los colectivos más afectados por la escasez son los lesionados medulares. En este sentido, el doctor José Luis Méndez, jefe de la Unidad de Lesionados Medulares del complejo hospitalario Insular Materno Infantil de Canarias, reconoce que la falta de bolsas es preocupante para estos pacientes, ya que se ven obligados a reutilizar las bolsas, lo que favorece las infecciones urinarias.
Con él coincide Eduardo Martínez, presidente de La Vida Sigue en Positivo, una asociación deportiva y social que ofrece apoyo a las personas con lesiones medulares. Martínez dice que, como mínimo, una persona necesita una bolsa al día con capacidad para dos litros, mientras que otras necesitan unas 90 bolsas al mes.
El hecho de tener que reutilizar las depósitos para alargar su vida propiciará la aparición de infecciones urinarias. «No solo será un riesgo para la salud, sino que supondrá un aumento del gasto sanitario por los tratamientos», comenta Martínez.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.