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Vacunación infantil contra la difteria en Indonesia. AFP
España notificó un caso de difteria en 2021

España notificó un caso de difteria en 2021

Europa registra 92 casos durante 2022, todos ellos detectados en centros de recepción de inmigrantes

Álvaro Soto

Madrid

Jueves, 6 de octubre 2022, 15:03

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España registró en 2021 un caso de difteria cutánea, la variedad más benigna de esta enfermedad, según el informe anual publicado este jueves por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Se trata de un caso originario en Galicia, un hombre de 55 años proveniente de Senegal. Desde 2014, España ha reportado once casos y de ellos, uno, en 2015, acabó con la muerte de un niño.

Respecto a 2022, en Europa se han notificado 92 casos de difteria, todos ellos, entre inmigrantes, incluido uno mortal, en Austria, Alemania, Reino Unido, Noruega, Bélgica, Francia y Suiza. En España no se ha contabilizado ninguno. Todos los casos son varones, principalmente de Asia y África, y la mayoría de ellos han sido diagnosticados en centros de recepción de inmigrantes, de acuerdo al ECDC. El alto nivel de vacunación contra esta enfermedad en Europa hace que el riesgo de contagio entre los residentes sea muy bajo.

En cualquier caso, para mitigar la propagación de la enfermedad, el organismo ha solicitado a los países que implementen medidas de detección temprana, prevención y tratamiento. Para ello, deben verificar el estado de vacunación contra la difteria de los inmigrantes recién llegados y proporcionar refuerzos de vacunación contra la difteria o el curso completo, según sea necesario.

«Que ocurra un caso autóctono de difteria en España o en Europa es extremadamente raro por los altos niveles de vacunación», explica la investigadora Josefa Masa, coordinadora de los informes sobre difteria del Instituto Carlos III. En España, la difteria fue una enfermedad que provocó altas tasas de mortalidad, principalmente en los niños, hasta que se introdujo la vacunación, en 1960.

En su último informe, el Carlos III recuerda que la forma más común de difteria en el mundo es la respiratoria clásica, en la que la exotoxina produce una pseudomembrana grisáceo-blanquecina en la garganta, a la vez que daña otros órganos, como el miocardio y los nervios periféricos. En estos casos, la muerte se produce por la obstrucción respiratoria aguda, la toxicidad sistémica, la miocarditis y las complicaciones neurológicas.

«Otras formas de enfermedad respiratoria más leves se manifiestan con dolor de garganta y suelen darse en personas que están bien vacunadas o con vacunación incompleta. La infección puede también afectar a la piel (difteria cutánea) y más raramente a mucosas y otras localizaciones no respiratorias como los genitales o la conjuntiva. La difteria cutánea se caracteriza por úlceras que habitualmente presentan bordes y que aparecen en zonas del cuerpo expuestas, sobre todo en las piernas y es más común en regiones tropicales», señala el documento.

La difteria tiene una tasa de mortalidad de hasta el 20% en los menores de 5 años y de entre el 5 y el 10% a partir de esa edad y puede resultar más grave en los no vacunados y en las personas inmunodeprimidas. Es una enfermedad que no distingue por rangos de edad y puede afectar a todas las personas, «aunque en España todos los menores de 60 años se encuentran protegidos porque están bien vacunados», apunta Masa. «La difteria se contagia por gotitas por estornudos y lo más llamativo es que los asintomáticos también pueden contagiar. De hecho, el niño que falleció en 2015 se había infectado de un asintomático», amplía la experta.

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