Los Reyes Magos comienzan su viaje en casas de acogida de Canarias

La Navidad es una de esas fechas en las que la solidaridad, la ilusión, la felicidad y los regalos inundan las casas de la gran mayoría de los canarios. Los más pequeños despiertan el día 6 de Enero corriendo hacia el árbol de Navidad para ver los regalos que los Reyes Magos les han traído desde el Lejano Oriente. Sin embargo, algunos pequeños vivirán unas navidades diferentes desde las casas de acogida donde residen con sus madres tras haber sufrido alguna situación de violencia.

La iniciativa «Queridos Reyes Magos», impulsada por los empleados de Clece en Canarias, busca llevar la ilusión y la alegría a los niños y niñas y sus familias que actualmente se encuentran residiendo en casas de acogida de titularidad pública y gestionadas por Clece. Esta acción persigue un único propósito: que ningún niño o niña se quede sin regalo en la noche de Reyes y llevar así la felicidad a los más pequeños.

Yurena Hernández, jefa de servicio del área de servicios sociales en Clece, es la responsable de la gestión de algunas casas de acogida en Canarias y una de las principales promotoras de este proyecto gracias al cual se ha conseguido recopilar más de 70 juguetes: «todos los compañeros se han volcado y su generosidad ha sido sorprendente. Estamos hablando de unas familias víctimas de situaciones que ningún niño o niña debería vivir en su infancia ni en su adolescencia», explica Yurena.

En este tipo de recursos, las mujeres víctimas de la violencia y sus hijos e hijas menores de edad no sólo residen, sino que además reciben un tratamiento multidisciplinar. Aquí pueden permanecer hasta un año en caso de no contar con una red de apoyo o recursos propios, y se elabora un plan individualizado atendiendo a las circunstancias personales de cada mujer.

Todas las víctimas cuentan con ayuda psicológica y social, así como asesoramiento legal y laboral. Además, desde Clece se estudia la posibilidad de intentar mejorar la situación de estas mujeres y sus familias «ofreciéndoles una oportunidad laboral que les permita obtener una independencia económica para salir adelante por sí mismas y mantener a sus hijos», comenta Yurena.

Actualmente en estas casas de acogida residen menores con edades comprendidas entre 6 y 15 años, hijos de mujeres víctimas de violencia de género. En estas fechas, dichos centros se decoran con adornos navideños para que las navidades de estas mujeres y sus hijos e hijas puedan ser lo más felices posibles. Con esta acción, Clece pretende ofrecer a los pequeños la oportunidad de pasar unas fiestas "como el resto de niños y niñas contribuyendo con ello a la integración y normalización de su vida", explica María, directora de una de estas casas de acogida.

En estos espacios de acogida, los menores reciben una atención integral y especializada y participan, junto a sus madres, en acciones educativo-formativas para crear espacios de convivencia basados en la educación en valores, la resolución pacífica de conflictos y la igualdad, fomentando la autoestima y el vínculo afectivo entre madres e hijos.

La finalidad de esta iniciativa impulsada por los empleados de Clece en Canarias es que todos los menores tengan regalos y que, a pesar de las circunstancias adversas que en ocasiones presenta la vida, sigan conservando la ilusión a la vez que «buscamos mostrar a las mujeres víctimas que no están solas en esta lucha contra la violencia de género», comenta la directora.

Mañana por la mañana, estos niños y niñas saltarán de sus camas para abrir sus regalos con la sonrisa de la ilusión plasmada en sus rostros. Los puzzles, cuentos, juegos didácticos o muñecas que habían pedido en su carta a los Reyes Magos de Oriente aparecerán envueltos bajo el árbol de Navidad, para hacer realidad todos sus deseos en unas fechas tan especiales.

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