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Equipo de rastreo en el Recinto Ferial de Tenerife.

La quinta ola lleva al límite la capacidad de rastreo en las islas capitalinas

Llevar al día las llamadas a los contagiados y sus contactos estrechos se convierte en una misión casi imposible por el volumen de infectados

Carmen Delia Aranda

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 2 de agosto 2021, 01:00

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La quinta ola está poniendo en jaque a los rastreadores de las islas capitalinas, sobre todo en Tenerife donde se ha registrado unos 400 contagios diarios de coronavirus en la última semana.

El porcentaje de trazabilidad, es decir, la proporción de positivos asociados a un caso índice, ha bajado notablemente en Canarias. Así, en febrero, el archipiélago era la comunidad española con mayor trazabilidad, un 87%, mientras que actualmente solo el 47% de los contagios se logra vincular a otro positivo.

En el caso de Tenerife, este indicador se ha reducido mucho más, pasando al 34%, mientras que en Gran Canaria la trazabilidad se mantiene en un 60%.

Este acusado descenso se explica por la mayor contagiosidad de la variante Delta que ha provocado una transmisión comunitaria. A este factor se suma el hecho de que se hayan relajado las medidas de prevención y que, con el verano, aumentan los encuentros, sobre todo entre los más jóvenes, más ávidos de socializar y con porcentajes bajos de vacunación.

«El virus se está cebando con los menores de 40 años no vacunados», justo quienes tienen mayor actividad social y, por tanto, más capacidad de contagio, explica sobre esta «tormenta perfecta» el coordinador clínico de los equipos Covid de la Gerencia de Atención Primaria en Gran Canaria, Miguel Díaz Barreiros

«La media de contactos se nos ha disparado. Antes la media de contactos estrechos por positivo era de 3 o 4, ahora ronda los diez. Eso significa que hay positivos que tienen 20 o 30 contactos y otros 3 o 4. La presión en el rastreo es altísima. Si hay 400 casos confirmados en un día, eso nos supone rastrear a unas 4.000 personas. Esto es un problema logístico por la capacidad de hacer pruebas y la saturación del sistema sanitario», indica Díaz Barreiros. «Estamos llevando el rastreo al día con la soga al cuello. Si la incidencia sigue subiendo, será difícil tenerlo al día», confiesa el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.

Este gran volumen de contagios les obliga a acortar las entrevistas para realizar el máximo de rastreos posibles y, a veces, la trazabilidad baja al no anotar de forma exhaustiva los contactos estrechos en la base de datos de Sanidad. Lo esencial es contactar con ellos con la mayor rapidez.

Esa también es la máxima del equipo de rastreo de Tenerife, la isla más azotada por la quinta ola. Allí se han dotado de un sistema de envío de sms para contactar de forma rápida con los contactos estrechos, darles instrucciones precisas y avisarles de que los rastreadores contactarán con ellos. «Se pide la colaboración de las personas positivas para que envíen la información a sus contactos estrechos», explica el coordinador del equipo de rastreo de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife, Aarón Plasencia, quien asegura que en este proceso es esencial la responsabilidad individual. «La información les llega de forma rápida. Hemos llegado a un punto en el que no podemos hacer más. El que no quiera seguir las instrucciones, no lo va a hacer», afirma.

«Si sabemos que somos contacto estrecho de un positivo, nos tenemos que quedar en casa. Llamar a la línea 900 112 061, hacernos la prueba cuando el médico nos lo diga y esperar a que el equipo de rastreo se ponga en contacto con nosotros», apunta.

En este punto, Díaz Barreiros añade que es fundamental que quienes sospechen de haber contraído el virus llamen a ese teléfono y no acudan a los centros de salud ni a los hospitales porque «tanto la atención primaria como la hospitalaria empiezan a estar comprometidas».

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