Los protocolos evolucionan
«El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Las Palmas ha sido uno de los primeros en contar con un protocolo interinstitucional, en el que participan desde los agentes de las fuerzas de seguridad hasta los hospitales y nosotros. Siempre hemos tenido protocolos y los hemos cumplido. Pero los protocolos, como la ciencia, evolucionan. No es lo mismo un protocolo del año 2016 que uno actual. Son bastante diferentes. Antes considerábamos que en una agresión sexual había que tomar muestras antes de que pasaran 72 horas, fuera de ahí no se tomaban», reconoce Meilán.
Hoy, en cambio, abunda la directora del IMLCF, «se nos permite hasta a los siete o diez días porque aún podemos encontrar vestigios analizables. En 2016 no lo hacíamos».
«Si la víctima no recuerda algo, si se ha despertado en un sitio que no conoce... Nos hace pensar que tenía la conciencia alterada»
Meilán se refiere a ese año porque precisamente el caso sospechoso de una violación por sumisión química ocurrió en verano de 2016.
Absolución
La sentencia de apelación confirmó la absolución de dos jóvenes acusados de la agresión sexual denunciada por una mujer en Costa Calma, en Fuerteventura y llama la atención sobre que «los avances científicos que han demostrado que, en contra de lo que es opinión común, los rastros del suministro de drogas que producen sumisión química se pueden detectar no sólo en las horas inmediatas a la agresión sexual, sino también en los días e incluso semanas posteriores a la perpetración del delito».
El TSJC subraya en el fallo la importancia de seguir el protocolo de actuación médico forense ante la violencia sexual en los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses editado por el Ministerio de Justicia en 2021.
Meilán explica que precisamente ese es el cambio, es decir antes solo era en las primeras horas de la agresión, después se pudo ir más allá y hoy hasta meses y, en algún caso, años, según la droga suministrada porque deja rastro en el cabello. «No es lo habitual, pero en una melena larga hasta un par de meses después se puede encontrar restos», afirma.
Absolución
La mujer que denunció una agresión sexual en 2016 recurrió el fallo que absolvía a los denunciados asegurando que de manera «congruente y persistente», había mantenido en todo momento que las supuestas relaciones sexuales con ambos acusados no habían sido consentidas por su parte, apuntando la posibilidad de que le hubieran suministrado burundanga.
El TSJC confirma en su sentencia que el fallo que absolvió a los acusados por falta de pruebas se ajustó a derecho, pero abunda en que la amnesia completa o fragmentaria es un síntoma asociado a la sospecha de sumisión y o vulnerabilidad química.
En 2016 no se hacía
Precisamente es lo que explica María José Meilán que recogen los protocolos. En el IMLCF «si detectamos que la víctima en su relato no recuerda algo o dice que se ha despertado en un sitio que no conocía, o que al despertar le faltaba la ropa interior, ... Ese tipo de cosas nos hace pensar que tenía la conciencia alterada de alguna manera y ya vamos a la toma de muestras. Eso no se hacía en el año 2016», recalca.
«Tenemos protocolos y los cumplimos siempre. Esta provincia fue pionera. Empezamos a trabajar el protocolo de asistencia a las víctimas en 1980 cuando ni se hablaba en España de esto y desde 2008 tenemos el primer protocolo firmado. Firmamos otro más amplio en 2015, primero solo para la provincia de Las Palmas y el año pasado se amplió para toda la comunidad autónoma. No se puede mirar con lo ojos de hoy lo que hacíamos ayer», abunda Meilán.
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