Protocolo sanitario regional para las víctimas de agresión sexual en Canarias

Canarias ya dispone de un protocolo regional de atención a mujeres víctimas de agresión sexual con violación «novedoso, homogeneizado y consensuado» en toda la red pública hospitalaria después de un intenso año de trabajo entre las instituciones y gerencias asistenciales, un «esfuerzo» que, según apunta Dolores Amador, técnico de Programas Asistenciales del Servicio Canario de Salud, permite «avanzar» en una mayor calidad en la asistencia sanitaria tanto física como psicológica y en contribuir a prestar unas «actuaciones eficaces que acaben con la revictimización» de las mujeres víctimas de violaciones y, en general, a combatir la violencia de género.

Este plan asistencial, de aplicación en los servicios de Urgencias hospitalarias, persigue «protocolizar y engranar la cadena de actuación» en todas las islas desde el propio centro sanitario de tal manera, que se dará preferencia a la atención sanitaria urgente y luego se procederá con los pasos para el posterior proceso judicial por la agresión. Es decir, se reunirán en la misma acción la atención médica, la judicial y policial. El objetivo es que a la víctima «solo se le pregunte una vez qué es lo que ha pasado para evitarle que reviva el dolor y el sufrimiento de la agresión ante las diferentes instancias y, por otro lado, prevenimos una doble victimización», explica Amador.

Hasta ahora, el único centro que contaba con un protocolo de atención a este tipo de agresión sexual era el Hospital Universitario Materno Infantil de Canarias, referente y ejemplo para el resto de centros del territorio nacional y reconocido en el catálogo de Buenas Prácticas del Ministerio de Sanidad, que ha servido como punto de partida junto con la revisión de los planes de actuación de otras comunidades autónomas española y la evidencia científica en lo relativo a las actuaciones sanitarias frente a la violencia de género para elaborar el regional. «Se ha cuidado mucho el establecimiento de una pauta de actuación normalizada y homogénea de los profesionales sanitarios en todos los hospitales públicos de Canarias», porque el sistema sanitario juega un «importante papel» en el abordaje de la violencia contra las mujeres, comenta Amador.

El documento, que se ha adaptado a las particularidades de cada uno de los centros canarios, concreta un «único modelo de parte sanitario y específico» para los casos de las agresiones sexuales con violación porque se recogen una serie de muestras y pruebas -tomadas entre por los sanitarios o forenses-y que además será informatizado para facilitar al profesional su cumplimentación, puntualiza.

Técnicos de Programas Asistenciales y profesionales de todas las gerencias hospitalarias del SCS así como representantes de las instituciones relacionadas con la atención a mujeres como Justicia, Instituto Canario de Igualdad, el Servicio de Urgencias Canario con el Cecoes 112, el Instituto de Medicina Legal, la Unidad de Coordinación contra la violencia sobre la mujer de la Delegación del Gobierno, entre otros, han colaborado estrechamente para concretar las pautas que debe seguir el personal sanitario para la atención de las mujeres víctimas de delitos contra la libertad sexual, concretamente agresión sexual con violación en los áreas de Urgencias.

En esos momentos el protocolo, que ha visto la luz con el respaldo de los Fondos del Estado contra la violencia de género, se encuentra en la imprenta y en pocas semanas será distribuido en los hospitales públicos canarios para posteriormente iniciar la formación online de los profesionales sanitarios.

Amador hace hincapié en que cuando se habla de agresión sexual con violación se refiere a la penetración bucal, anal o vaginal con el miembro masculino pero también con dedos u objetos sin el consentimiento de la mujer, y que en contra de lo que se piensa «no suele suceder en la calle ni el agresor es un desconocido, sino que en la gran mayoría de los casos ocurre dentro del entorno familiar».