Un 50% de las personas hospitalizadas por covid presenta secuelas respiratorias tras el alta

En la primavera de este año, la unidad puso en marcha una consulta específica de seguimiento de las personas que superaron el coronavirus, con la finalidad de evaluar las secuelas respiratorias que podrían quedar en algunos de ellos.

Desde entonces algo más de un centenar de pacientes están siendo sometidos a revisiones periódicas.

«Los pacientes seguidos han sido evaluados a los 8, 16 y 24 semanas después de su alta. Si bien se apreció que más de un 80% de los casos en seguimiento mantenían alteraciones clínico-radiológicas respiratorias a las 8 semanas de su alta, la tendencia a las 24 semanas ha sido a la mejoría con recuperación radiológica y funcional en buena parte de ellos», indica Acosta.

Respecto a la duración de estas alteraciones pulmonares, solo visibles en las pruebas diagnósticas sofisticadas como las tomografías con técnica de alta resolución y que persisten en algunos pacientes que superaron la enfermedad hace ya seis meses, Acosta se muestra cauto. «Obviamente no sabemos lo que va a pasar al año de haberlo sufrido, si desaparecerán la manifestaciones radiológicas de la enfermedad o quedarán como secuelas indefinidas», explica.

En todo caso, aunque esas alteraciones persistan después de un año, lo que sí parece es que la repercusión clínica de las mismas, como la tos, la dificultad respiratoria o los trastornos en la oxigenación de la sangre, serán escasas o irán a la mejoría en la mayoría de pacientes.

Esta unidad se ha centrado en el estudio de las consecuencias pulmonares, pero el coronavirus deja otros síntomas duraderos. «La repercusión de la infección es muy variable. Hay casos en los que la infección pasa con síntomas muy leves y otros en los que la expresión es más seria exigiendo el ingreso hospitalario y, en ocasiones, el uso de cuidados intensivos», apunta Acosta.

La principal huella que puede llegar a dejar la enfermedad, comenta del neumólogo, es «una fibrosis pulmonar, una situación de rigidez y cicatrización anómala irreversible de este órgano que compromete la mecánica pulmonar y la oxigenación de la sangre».

Sufrir debilitamiento corporal, trastornos del sueño o alteraciones neurológicas, como la pérdida del olfato o padecer pequeños lapsus de memoria, son otros de los efectos que puede dejar el coronavirus SARS-CoV-2 a su paso y que, en todo caso, no entran en el campo de evaluación de este equipo multidisciplinar enfocado en el estudio de las consecuencias respiratorias de la infección.

Por otra parte, desde septiembre, se ha puesto en marcha otra consulta de Medicina Interna en el hospital de la Candelaria, también en Tenerife, para realizar un seguimiento a los pacientes que han padecido la covid y estudiar las secuelas físicas desarrolladas.

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