La mujer de Cecilio Hernández tiene ya plaza en una residencia, tras 12 años de espera

El octogenario tinerfeño Cecilio Hernández que hace escasos días recurrió a los medios de comunicación para pedir ayuda y reclamar una plaza de residencia para su mujer, Candelaria Pérez, de 82 años y enferma de alzheimer, al verse incapaz de seguir afrontando sus cuidados, ha logrado su objetivo.

El Cabildo de Tenerife le ha asignado una plaza en una residencia de La Laguna, municipio en el que reside este matrimonio, y se prevé que Candelaria ingrese la próxima semana.

Cecilio se muestra agradecido con el apoyo que ha recibido desde que lanzó su llamada de socorro aunque, por otro lado, siete cierta tristeza de tener que separarse de Candelaria, con la que lleva 65 años en los que han compartido muchas cosas. Así todo, como apunta en conversación telefónica, tiene claro que todos los días va a coger la guagua para ir a ver a Candelaria, a la que ha cuidado en los últimos 15 años -desde que se le diagnosticó la enfermedad- en cuerpo y alma.

«He pensado en quitarme de en medio», decía Cecilio hace poco más de diez días, hundido por el dolor de esta enfermedad, que arrebata cada día un poco más a la persona a la que quieres, y la angustia económica de tener que vivir con apenas 300 euros al mes. Además Cecilio, de 84 años (en abril cumplirá los 85) está también enfermo y requiere cuidados. En escasos días ingresará en el hospital para someterse a una operación en un ojo.

La plaza en una residencia pública para Candelaria ha llegado en poco más de diez días desde que Cecilio Hernández hiciera público el caso y relatara su desesperación. Sin embargo, como apunta la consejera de Acción Social del Cabildo de Tenerife, Marián Franquet, el caso se ha resuelto con tanta celeridad porque era evidente la «emergencia social» de esta pareja de octogenarios. «No se les ha concedido por salir en los medios sino porque era de justicia», indica Franquet, que considera que en el caso de Cecilio y su mujer Candelaria se ha producido un «error» en el sistema, que les dejó olvidados. Gracias a Cecilio el caso se hizo visible y se les rescató de ese olvido.

Candelaria Pérez figura desde el año 2016 en expedientes del Gobierno de Canarias. Aquel año se le concedió una plaza en un centro de día, según fuentes de la Consejería de Derechos Sociales. En 2019 se le concede una prestación de 426 euros, que va íntegra a pagar parte del centro de día de Candelaria -el resto lo abona Cecilio con la mitad de su paga de 650 euros- y, según el Gobierno de Canarias, en abril de 2022 se registra la petición de plaza en una residencia. Cecilio, sin embargo, asegura que ellos la reclamaron ya hace doce años.

Cecilio presentó la documentación en septiembre, cinco meses después. Fuentes próximas destacan la dificultad a la hora de preparar toda la documentación que se requiere en estos casos. «Ahí tenían que haber estado las trabajadoras sociales para ayudarles y orientarles», indican estas fuentes.

Ahi quedó todo. Nada se movió hasta que Cecilio apareció en los medios de comunicación pidiendo ayuda. A las pocas horas de su llamamiento el Gobierno de Canarias hacía llegar al Cabildo de Tenerife -responsable de la tramitación de las plazas de las residencias- la petición de una plaza para Candelaria. Aunque la petición no lleva el sello de «prioritaria» el Cabildo decide actuar de oficio ante la gravedad de la situación. Sobre la marcha envía un equipo a valorar la situación de la pareja y concluye que se trata de un caso más que evidente de emergencia social, por el estado en el que se encuentra Candelaria, la situación anímica de Cecilio y la falta de recursos del matrimonio. En menos de una semana ha llegado la plaza.

«Candelaria tiene hoy la plaza de forma rápida porque se la merecía hace mucho tiempo porque se habían olvidado de ella», indica Franquet.

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