Borrar
Los circuitos de prostitución en Canarias se nutren de la trata y están lejos de la calle

Los circuitos de prostitución en Canarias se nutren de la trata y están lejos de la calle

La socióloga Esther Torrado pide en el Parlamento «decisión política» para aplicar medidas de apoyo a las mujeres prostituidas y de disuasión de la demanda. Avisa de que hay turistas sexuales en las islas

Rosa Rodríguez y Santa Cruz de Tenerife

Jueves, 16 de julio 2020, 17:41

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Canarias no es un destino de turismo sexual, pero hay turistas que llegan a las islas en busca de sexo y eso, aseguró este martes en el Parlamento la profesora del departamento de Sociología y Antropología de la ULL, Esther Torrado, «no se ve en la calle», sino en las «web donde los consumidores dejan sus valoraciones, se asesoran y recomiendan en varios idiomas». Eso es un «indicador», dijo la experta en violencia sexual, prostitución y trata de personas en comisión parlamentaria, donde expuso el informe sobre la prostitución en Canarias elaborado a petición del Instituto Canario de Igualdad (ICI) en la etapa en la que lo dirigió la socialista Marián Franquet.

Esther Torrado dijo que los turistas «de botellón», que son unos «depredadores sexuales» y que llegan a algunos destinos de las islas, como los sures de Tenerife y Gran Canaria, no son los únicos consumidores de sexo pagado en Canarias. En las islas, dijo, los circuitos de la prostitución se nutren de la trata internacional de seres humanos y avisó de que las mujeres en situación de prostitución «ya no están en la calle» algo, aseguró, que ya es «anecdótico y minoritario», sino que «el dinero, la oferta y la demanda se mueven en otros círculos». Y enumero: pisos, clubes de alterne, internet, chats...

Torrado no dejó escapar la oportunidad ni para recordar que la ley canaria de igualdad vincula claramente la prostitución a la violencia ejercida sobre las mujeres, ni para pedir «decisión política» al Gobierno canario para diseñar un plan con medidas concretas dirigidas, por un lado, a las mujeres que quieran abandonar la prostitución o que estén en riesgo de ser captadas y, por otro, a disuadir la demanda de prostitución, a formar a los profesionales que tratan con las mujeres en situación de prostitución (juezas, abogadas, maestras, psicólogas y sus homólogos hombres), a sensibilizar y educar a los más jóvenes desde el punto de vista afectivo y sexual.

El informe de diagnóstico de la prostitución en Canarias que presentó Torrado se llevó a cabo en dos partes en 2016 y 2017 y analizó, por un lado, la visión de las mujeres en prostitución (más de 3.000 en las islas) y los profesionales que intervienen en contextos prostitucionales y, por otro, la percepción social y el análisis de la demanda. La investigación desvela que el ejercicio de la prostitución ni es voluntario, ni es placentero para las mujeres y retrata y cataloga a los consumidores de prostitución (mercantilista machista, mercantilista dominante y crítico samaritano). Pero, además, pone en evidencia que la sociedad «ha vanalizado la prostitución», que está incluida en el ocio de los más jóvenes y que, como sucedió con la violencia de género antes de la ley de 2004, se sitúa, dijo, en el ámbito «privado». Nada más lejos de la realidad, resumió Torrado.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios