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Sigrid S. McCawley, asesora legal de la acusación contra Jeffrey Epstein, en el Santander WomenNOW.

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Sigrid S. McCawley, asesora legal de la acusación contra Jeffrey Epstein, en el Santander WomenNOW. Alex Rivera

El liderazgo femenino surge contra la opresión en tiempos de guerra

Los nuevos conflictos, como el ambiental, la persecución de los poderosos o el relato ruso, se debaten en el Santander WomenNOW

Viernes, 17 de junio 2022, 17:46

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La segunda jornada del congreso Santander WomenNOW abordó varios de los temas más graves de la actualidad, como el nuevo escenario de guerra contra Occidente, la persecución de los poderosos que cometen abusos sexuales y la protección del medio ambiente. Alexandra Cousteau, la nieta del famoso oceanógrafo, recordó que su abuela -la esposa de Jacques- formó parte fundamental de la tripulación del Calypso, el barco con el que se exploró y filmó las profundidades marinas.

«Mi abuela era la cuidadora del equipo de buzos, que hacían inmersiones tres veces al día, pero nadie la conoce. Ahora los roles han cambiado y las que están transformando el mundo son las mujeres jóvenes», aseguró, y puso de ejemplo a Greta Thunberg. «En los documentales más recientes hay espacio para la diversidad. Ha cambiado la forma de contar, pero las mismas historias también tienen que cambiar porque los problemas ya los conozco. Y quiero conocer a la gente que tiene cosas que enseñarnos».

Cousteau, que también milita en defensa de los mares con su organización Oceans 2050, concluyó: «Sueño con que nuestros hijos vivan con la abundancia restaurada de los océanos, como los conoció mi abuelo».

Con las palabras de fondo de las mujeres que estuvieron el día anterior -como las deportistas Adriana Cerezo y Ainhoa Arbizu, las políticas Teresa Ribera y Fawzia Koofi, y la activista feministas Ambra Battilana, una de las primeras en denunciar a Harvey Weinstein-, llegó el turno de Sigrid S. McCawley, representante legal de Virginia Giuffre en su acusación contra el multimillonario norteamericano Jeffrey Epstein.

Contra los poderosos

McCawley confesó que usa su «presencia física para imponerme en el tribunal, porque la feminidad es muy poderosa», y recordó el momento en que conoció a Giuffre, en Nueva York. «Me contó su trágica historia y parecía casi increíble que hubiera vivido el mismo trauma dos veces, en su infancia y su juventud. Pero podía entenderla y conectar con ella. Tenemos que aprender a escuchar a las víctimas».

Socia del despacho Boles Schiller Flexner, McCawley aplaudió que por fin este verano se dicte sentencia contra Ghislaine Maxwell, después de ocho años de proceso judicial. «Podemos triunfar frente a los privilegios de los poderosos, lo vemos lentamente», señaló McCawley. Sobre el caso de Epstein y Maxwell, McCawley lamentó que tardaran 20 años en detenerles. Durante ese tiempo silenciaron, por medio de la coacción, a sus víctimas. «Epstein era adicto a los abusos sexuales y le llevaban niñas tres veces al día», sostuvo quien ganó a sus abogados en los tribunales de Estados Unidos. «Tres veces al día cambiaba a sus víctimas. Si no paramos a hombres como ése vamos a tener más víctimas infantiles».

Guerra de relatos

La guerra volvió a planear, como la jornada anterior, sobre el foro que cuenta con el apoyo de Banco Santander como Global Partner, el patrocinio de DKV, Heineken, Iberdrola, Iberia, Inditex, L'Oréal Paris y la colaboración de El Corte Inglés, Hotel Princesa Plaza Madrid, Multiópticas y Salesforce. Con la intervención de la artista afgana, exiliada en Francia, Rada Akbar y la experta de la Escuela de Economía y Ciencias Públicas de Londres Kristina Spohr se abordaron dos de los acontecimientos internacionales que han asombrado a Occidente en el último año: el triunfo talibán en Afganistán y la invasión de Ucrania.

«En algunos sentidos se puede hablar de una tercera guerra mundial, pero no como las que ocurrieron en el siglo XX», explicó Spohr. «Los rusos han estado implicados en la polarización de las sociedades para crear malestar social. La inestabilidad es el efecto de esta tercera guerra mundial, y hay mucha tensión. La inflación y la construcción del relato son dos de las armas de Putin. Con la narrativa genera una ciberguerra a través de las redes sociales».

En este escenario, en el que «hombres conservadores intentan ocupar todos los espacios», también surge «una nueva generación de mujeres muy bien formadas y educadas, que inspiran confianza, lo que añade unas características que no había antes», analiza Spohr. «Por ejemplo, la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, que da la cara por todo su país y que puede ser el próximo blanco ruso».

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