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Ir regularmente al cine, teatro o museos reduce drásticamente el riesgo de depresión

Ir regularmente al cine, teatro o museos reduce drásticamente el riesgo de depresión

Ir regularmente al cine, teatro o museos podría reducir enormemente las posibilidades de deprimirse en mayores de 50 años, según ha concluido un estudio del University College London (Reino Unido), el primero de este tipo que muestra que las actividades culturales no solo ayudan a las personas a controlar y recuperarse de la depresión, sino que también pueden ayudar a prevenirla.

Europa Press / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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Su estudio, publicado en la revista 'British Journal of Psychiatry', ha demostrado que las personas que asistían al cine, obras de teatro o exposiciones cada pocos meses tenían un riesgo un 32 por ciento menor de desarrollar depresión, mientras que los que asistían una vez al mes o más tenían un riesgo 48 por ciento menor.

Ahora, su autora principal, Daisy Fancourt, desea fomentar una mayor conciencia de estos beneficios para que las personas puedan tomar un mejor control de su propia salud mental. "En términos generales, las personas conocen los beneficios de comer cinco días al día y del ejercicio para su salud física y mental, pero hay muy poca conciencia de que las actividades culturales también tienen beneficios similares. Las personas consumen cultura por el puro placer de hacerlo, pero también tenemos que aumentar la conciencia de sus beneficios", explica.

El estudio examinó los datos de más de 2.000 personas mayores de 50 años. Junto con su colega, Urszula Tymoszuk, la doctora Fancourt pudo recopilar las respuestas de las personas a una serie de cuestionarios y en entrevistas individuales durante el transcurso de diez años. Esto incluía información sobre la frecuencia con la que visitaban el teatro, conciertos o la ópera, el cine, las galerías de arte, las exposiciones o los museos.

Incluso cuando los resultados se ajustaron para tener en cuenta las diferencias en edad, género, salud y nivel de riqueza, educación y ejercicio de las personas, los beneficios de las actividades culturales permanecieron estables. Esos beneficios también fueron independientes de si las personas tuvieron contacto con amigos y familiares o participaron en actividades sociales como clubes y sociedades.

Los investigadores creen que el poder de estas actividades culturales radica en la combinación de interacción social, creatividad, estimulación mental y actividad física suave que fomentan. "Nos sorprendieron muy gratamente los resultados. Cabe destacar que encontramos la misma relación entre el compromiso cultural y la depresión entre los de riqueza alta y baja y con diferentes niveles de educación; lo único que difiere es la frecuencia de participación", argumenta.

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