La familia de la niña de dos años que murió ahogada en el parque acuático de Mogán pide responsabilidades

La familia de Rebecca, la niña de dos años que murió ahogada el pasado sábado 19 de abril en el parque acuático Los Lagos de Taurito, en Mogán, ha hecho público un comunicado en el que expresa lo siguiente:

«Una tragedia de la magnitud de la que ha sacudido a una familia de Mogán con la muerte de Rebecca, una niña de tan solo dos años, merece que cada circunstancia, cada detalle y cada momento del suceso sea aclarado, además de que se depuren las responsabilidades a todos los niveles», explican en la nota.

En este sentido, la familia, que afirma estar «apoyada por diferentes instituciones y profesionales», muestra su deseo de que se pueda «reconstruir de forma fehaciente» cada momento de la tragedia, y que se identifiquen y se tome declaración a cada una de las personas que «hayan visto algo, analizando a fondo las referencias profesionales de quien ha intervenido».

Lamentan también que «las reconstrucciones que han sido lanzadas por algunos medios de comunicación por autodefensa previa de algunos son pura especulación. Solo añaden dolor y no contribuyen a esclarecer nada. Sencillamente, no son genuinas y acaban en la categoría de bulos, que en circunstancias como estas son muy graves».

En particular, ven necesario «reconstruir lo que ha pasado», especialmente «el tiempo transcurrido entre que Rebecca empezó a ahogarse y los primeros socorros, y cuánto ha pasado entre estos y la llegada de la ambulancia medicalizada». Es decir, quieren esclarecer si se ha respetado el protocolo de salvamento correspondiente en tiempo y forma.

En segundo lugar, ruegan que se ponga de manifiesto «cuáles han sido las maniobras que se llevaron a cabo, con cuántos medios técnicos y humanos, y cuál es la cualificación de estos últimos».

En tercer lugar, señalan como indispensable «que se confirmen o desmientan las noticias según las cuales la salida de emergencia tuvo que ser forzada porque no funcionaba y en cuánto tiempo hayan podido afectar las faltas en el protocolo al objetivo de salvar la vida de la pequeña».

Añaden además que existen vídeos que atestiguan cómo «la primera persona que ha intentado hacer algo directamente en el agua fue una señora que se encontraba en la zona de hamacas cuando la niña ya llevaba un rato flotando, con gente que pasaba al lado y no se percataba». Señalan que el primer socorrista llegó minutos después de que la señora intentara sacar a la niña del agua, y añaden que según dichos vídeos, «no es cierto que Rebecca quedara atrapada debajo de las colchonetas».

«Las palabras de los testigos sugieren que hay que investigar si las maniobras aplicadas fueron las adecuadas y si faltaba material, entre ellos una ambulancia que llegó ya a las 16:23 horas».

La familia entera quiere subrayar que las palabras de un directivo del parque acuático, «pronunciadas en la inmediatez de lo ocurrido, han sido particularmente desafortunadas y en alguna manera han sido un intento poco noble de desprenderse de responsabilidad achacando la misma a la familia».

Los hechos son «un trágico suceso que, desgraciadamente, no tiene solución, y esta es una parte de la historia. Otro tema es la reacción que se debía producir y la que realmente se ha producido ante este fatal accidente, y esta reacción debe ser investigada a fondo», añade el comunicado.

«Se ha intentado construir un relato que se salta esta última parte de la historia, focalizándose en el porqué de lo ocurrido. Este es impredecible. La niña estaba acompañada por la abuela, el tío, la tía, una hermana y dos primas. No ha estado sola en ningún momento, algo compatible con las actividades y las circunstancias que se producen en un sitio como este», continúa el texto.

La familia y los allegados de Rebecca consideran que «el intento de difundir este relato centrado solo sobre las causas del accidente huele a 'excusatio non petita', y no estamos en disposición de dejar que esto pueda volver a repetirse puesto que, además, no es el primer caso en este tipo de instalaciones. Menos estamos dispuestos a aceptar especulaciones de falsos expertos de seguridad -anónimos, además- que han declarado haber visto todo«.

El comunicado de la familia añade unas preguntas que, según afirman, «surgen espontáneamente y son contundentes»:

1- ¿Por qué el director de seguridad del centro ha evitado hablar de los intentos de recuperación de la niña y se ha centrado en la figura de su abuela?

2 -¿El socorrista estaba en su sitio? ¿Y cuánto ha estado la niña en el agua antes de que llegara él? ¿Tenía la cualificación adecuada?

3- Los presuntos expertos de seguridad que han declarado a la prensa que han visto todo, desde cuando la niña ha entrado en el agua hasta cuando se ha ahogado, si es verdad -y lo dudamos- que realmente hayan visto todo, ¿por qué no han intervenido intentando rescatar a Rebecca del agua?

4- En unas palabras, la síntesis de todo: ¿Se podía salvar Rebecca? Esta es la pregunta que resume todo. El resto son intentos poco nobles de distraer la atención.

5- Y, a razón de esta pregunta, otra: ¿Las instalaciones estaban equipadas de manera óptima?

Esto es lo que debe focalizar la atencion. El resto, desgraciadamente, es un fatal desenlace que ni la familia ni nadie más podía pensar, prever o manejar de otra manera«, añade la familia en el comunicado.

«Por aclarar y dar una respuesta a todas estas preguntas, y sobre todo por dar las respuestas a una madre y una familia entera rota por el dolor, pedimos a todas las personas que hayan visto algo o tengan vídeo o pruebas que puedan ayudar a esta reconstrucción, que nos contacten por correo electrónico o teléfono a las direcciones abajo especificadas y pedimos a las fuerzas de seguridad del estado y a los juzgados competentes que hagan todo el esfuerzo necesario porque ninguna de estas cuestiones sean desatendidas o tratadas con superficialidad», continúa el texto difundido por la familia.

«Por nuestra parte – concluyen – iremos hasta el fondo sin descansar hasta que todo esto produzca un cuadro claro de responsabilidades» y lamentan que «nadie de la estructura se ha puesto en contacto con la misma, ni siquiera para participar de alguna manera en el duelo o para transmitir el pésame. Al revés, el parque ha seguido abierto en los días sucesivos, pasando de una forma de actuar que carece de humanidad sobre una tragedia de una magnitud tremenda».

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