El archipiélago, en la ruta del «turismo sexual»

Canarias está en la ruta del llamado «turismo sexual», de ahí que también sea una zona en la que se de el fenómeno de la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Esa fue una de las cuestiones que se abordaron ayer en unas jornadas que tuvieron lugar en el aula de Pidra de la Universidad de Las palmas de Gran Canaria (ULPGC) y que inauguraron la responsable de la Unidad de Igualdad, Sonia Mauricio, la viceconsejera de Justicia y Seguridad Canario, Carla Vallejo, y la directora del Instituto Canario de Igualdad (ICI), Kika Fumero.

«La trata es extractivismo de las mujeres. Son las que sacan de las comunidades», señaló una de las responsables del proyecto Daniela de las Oblatas, una de las organizaciones que atiende a mujeres prostituidas.

Por su experiencia explicó que el «turismo sexual» cada vez demanda «mujeres más jóvenes» porque quieren que cambie «la mercancía». De hecho, añadió, aunque hay muchos «, en general son víctimas de trata con fines de explotación sexual mujeres «racializadas» porque a los puteros les parecen «exóticas» y de entre 25 y 35 años, aunque también se encuentran en esta situación e explotación jóvenes de entre 18 y 25 años. «La trata es una violencia invisible, es la prostitución forzada», recordó al tiempo que señalaba el «mucho dinero» que había detrás de esta explotación.

Por su parte, la presidenta de Médicos del Mundo en el archipiélago, Elena Lugli, puso cifras. «En Canarias sabemos que el fenómeno de la trata con fines de explotación sexual ha aumentado aproximadamente un 30% desde 2018», aseguró a Efe.