Semilla tras semilla

Sin embargo, todavía queda trabajo por hacer. Tras el incendio, quedaba la labor más difícil: la limpieza y repoblación forestal de las casi 11.000 hectáreas que quedaron arrasadas. La ciudadanía no tardó en mostrar una completa disposición , y algunas organizaciones como Foresta ayudan a hacer más accesible esta labor a la población más joven. Prueba de ello es la excursión que los alumnos de 2º de Bachillerato realizaron el pasado 11 de enero, con la ayuda de esta fundación sin ánimo de lucro en las inmediaciones de Valleseco, foco del incendio el pasado verano. «Estas excursiones nos ayudan a tomar conciencia sobre la importancia que tiene proteger estas áreas, y nos permiten echar una mano en las costosas labores de plantación» señaló Federico, alumno que participó como voluntario en esta actividad. Esa debe ser nuestra manera de actuar, respetando nuestro patrimonio, nuestras especies y sobre todo, nuestra isla.