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Eva del Río / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 1 de enero 1970
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Colegios y grupos editoriales han acelerado en los últimos años la adaptación de las materias en plataformas digitales. Si algo hay evidente es que los alumnos más pequeños, llamados nativos digitales, han crecido junto a la tecnología, transformando sus capacidades y reduciendo algunas de las que se usaban en el pasado para potenciar otras que antes no existían. Así pues, mientras que en la educación tradicional en la escuela, previa a la irrupción de las nuevas tecnologías, se valoraban especialmente capacidades como la concentración o la memoria, el alumno tecnológico tiene una capacidad de gestionar varias tareas al mismo tiempo, que es propia del lenguaje digital.
En este sentido, cada vez hay un mayor consenso sobre los beneficios que puede proporcionar el uso de la tecnología en el aula y, en concreto, la importancia que tiene su aprendizaje para ayudar a los niños a desenvolverse en el mundo de hoy, con conocimientos actuales y desarrollando habilidades necesarias.
Además, según un estudio realizado por Ipsos denominado ‘Los padres ante la tecnología en la educación’, más del 80% de los padres entrevistados percibe que el uso de tecnología móvil y contenidos digitales reduce los olvidos de material escolar, facilita su traslado, favorece la búsqueda de información actualizada, aumenta la motivación de los alumnos y hace el estudio más entretenido (84%), promueve la formación en el uso responsable de las nuevas tecnologías (83%), y da soporte a los profesores en su labor de enseñanza (81%).
Asimismo, un 71% de los padres entrevistados consideran que su incorporación al sistema educativo también aportaría una reducción importante del coste con respecto a la mochila tradicional.
Pero la irrupción de la tecnología en el aula también ha supuesto una formación del profesorado para poder desenvolverse en el uso de tabletas o pizarras digitales, pues hay que tener en cuenta que la mayoría de los profesores se engloban dentro del grupo de ‘migrantes digitales’, es decir, analfabetos digitales miembros de una generación que se ha visto forzada a aprender a navegar en la web y manipular herramientas digitales en un corto espacio de tiempo. Esta situación plantea un fuerte desafío para el quehacer docente, ya que mientras los nativos digitales dependen del uso de dispositivos móviles, redes sociales y el acceso a internet, la situación de desventaja conduce a invertir el rol de la enseñanza hacia quienes deberían enseñarles, resultando necesario la auto preparación constante por parte del docente hacia el uso de las TIC. Toda esta tecnología, también afecta el futuro trabajo de las personas docentes.
Es necesario pensar en la necesidad de una innovación en la educación que forme y capacite a las nuevas generaciones, para la inclusión en el mundo laboral tecnológico. Siendo la inteligencia artificial un desarrollo muy importante y que va a afectar el empleo en un futuro no tan lejano.
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