La ULPGC: un pilar indispensable para el futuro de Canarias

Nuestra universidad no debe considerarse gasto, sino inversión, pues desde esa premisa se originó y como tal hay que preservarla y defenderla. La ULPGC es inversión para mejorar nuestra región y la vida de quienes la habitan; la suya es una rentabilidad social.

Rentabilidad social que se evidencia, en primer lugar, en el talento y el capital humano que la ULPGC ha formado y sigue formando cada día. Mujeres y hombres altamente capacitados en áreas clave para el desarrollo regional como la medicina, la ingeniería, el turismo, las ciencias del mar, las tecnologías de la información, la ordenación del territorio o las humanidades digitales. Y esto es así, porque nuestra universidad cuenta con títulos en constante evolución, diseñados y modificados para responder a las demandas del mercado laboral, contribuyendo al empleo y al crecimiento económico de Canarias. Titulaciones que, además, consideramos que deben seguir creciendo para atender a los crecientes nichos de formación y exprimir todas las potencialidades de nuevos formatos formativos como la formación dual o la formación profesional.

Nos adaptamos a la necesaria y constante actualización y respondemos a las demandas sociales por la que han de regirse las universidades públicas, ofreciendo formación continua para profesionales, específicamente adaptada a las necesidades cambiantes del mercado laboral, además de promover el aprendizaje a lo largo de la vida, un ámbito en el que las micro credenciales abren un nuevo horizonte.

Tenemos una universidad que mira al exterior por su vocación de atraer estudiantes de distintas procedencias, así como de promover la movilidad de su alumnado, brindándoles las herramientas, capacitación y experiencia para poder encajar y competir en un entorno global, atrayendo y exportando talento.

Y, sin duda, toda esta capacidad formativa no sería viable sin un profesorado con una capacidad de innovación educativa constante, que implementa nuevas metodologías y asegura una experiencia de aprendizaje transformadora, práctica y de calidad. Y tampoco sería posible sin unas Facultades y Escuelas con calidad acreditada, en una universidad que es modelo en sus sistemas de garantía de calidad en España.

Esa rentabilidad social de la ULPGC, que motiva que escriba estas líneas, subyace también en el impulso a la investigación, la transferencia y la innovación, pues nuestra universidad es un referente internacional en áreas de investigación como la biotecnología marina, la sostenibilidad, las energías renovables, la inteligencia artificial, la microelectrónica, la salud o las humanidades digitales. Contamos con investigadores que desarrollan proyectos que generan conocimiento y ofrecen soluciones prácticas que se traducen en beneficios directos para la sociedad, desde la conservación del medio ambiente hasta la mejora de los servicios sanitarios. Y en nuestros grupos e institutos de investigación se genera ciencia, talento y economía; se colabora con empresas e instituciones en proyectos de innovación que fortalecen el tejido económico e impulsan sectores estratégicos en Canarias, que, a su vez, generan en paralelo emprendimiento en la propia Universidad. Además, nos hemos preocupado de conectar la investigación y el conocimiento académico con las necesidades específicas de las islas, abordando retos como la insularidad, el cambio climático, el territorio, el patrimonio o el turismo sostenible, lo que posiciona a la ULPGC como motor de dinamización económica, pues genera empleo directo e indirecto y atrae inversiones a la región.

Una capacidad de investigación, transferencia e innovación que hace que nuestra universidad sea actor clave en la integración y el desarrollo de Canarias en el contexto europeo y global. Desde aquí promovemos, conformamos y lideramos redes de colaboración internacional en investigación y formación que consolidan nuestra reputación global como una universidad de excelencia. Así, la ULPGC mira a Europa, pero también al África noroccidental y a América Latina, por esa vocación tan nuestra de impulsar la cooperación académica y cultural en estas regiones estratégicas que tanto conocemos y sabemos que necesitamos en nuestra estrategia de internacionalización y de crecimiento como institución académica global.

Somos una universidad madura, consolidada y robusta que ha sabido adaptarse y superar desafíos como la pandemia por COVID, aprovechando los aprendizajes que como reto se plantearon en ese momento, tales como la enseñanza híbrida y digital, para conseguir mayor eficiencia en nuestra misión como universidad pública.

Por todo esto la rentabilidad social de la ULPGC se evidencia igualmente en la decisiva contribución que, en estos treinta y cinco años de historia, hemos realizado al desarrollo regional, desempeñando un papel fundamental en la cohesión social de Canarias, ya que como universidad pública, garantizamos el acceso a la educación superior de todos y todas en igualdad de oportunidades.

Además, debemos destacar el compromiso de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible (ACDS), que ha integrado tanto en su estrategia como institución, como en su modelo educativo, en la investigación y en la gestión institucional. Y somos, como institución pública, un faro para señalar la senda del fomento de la inclusión y la igualdad de oportunidades, contribuyendo a una sociedad más justa y equitativa, por nuestra condición de pilar esencial en la construcción de una ciudadanía activa y comprometida, que reconoce nuestra labor en la preservación y valorización del patrimonio cultural e histórico de Canarias.

Por todo ello, es nuestra universidad pública, sin lugar a dudas, una universidad rentable y motor esencial del desarrollo económico, social, cultural y ambiental de Canarias, con un papel que trasciende de la formación académica y la posiciona como institución clave para el futuro sostenible e innovador del archipiélago. Es seña de identidad, es garantía de cohesión social y de igualdad en el acceso a la educación superior.