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Fernando Palacios era el narrador del concierto en el que pidió que salieran el alumnado con necesidades especiales. D.N

Los trabajadores de la Fundación de la OFGC y Chichon rechazan la exclusión de menores

Las miradas se centran en Fernando Palacios, que no acudió a la función del sábado y define lo ocurrido como un malentendido

Sábado, 25 de octubre 2025, 16:40

Tanto el personal de la Fundación de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (FOFGC) como su director artístico y titular, el maestro Karel Mark Chichon, lamentaron este sábado en sendos comunicados el incidente ocurrido 24 horas antes, cuando en un concierto del programa pedagógico el narrador Fernando Palacios instó a la salida de los menores con necesidades especiales del centro San Juan de Dios. Ocurrió en la sala Gabriel Rodó de la sede de la Fundación de la OFGC.

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«Deseo aclarar», subraya Chichon, «que la persona implicada [en referencia a Palacios] no pertenece al personal de la orquesta, sino que se trata de un colaborador externo. No obstante, en ningún caso dichos incidentes pueden atribuirse a los músicos de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, cuya profesionalidad y conducta fueron, como siempre, ejemplares».

«Seguiremos trabajando», subraya Chichon, «con renovado compromiso en nuestra labor social, cultural y educativa al servicio de Gran Canaria y de toda su ciudadanía».

Por su parte, el comité de empresa de la Fundación de la OFGC, hizo público un comunicado en nombre del personal de la entidad que va dirigido «a toda la comunidad educativa de Canarias y a la sociedad grancanaria en general». En el mismo se deja consstancia de la «mezcla de indignación absoluta y profunda tristeza ante los hechos gravísimos presenciados el pasado día 24 de octubre. Hemos sido testigos de cómo, en un espacio que debería ser el templo de la inclusión y la igualdad, se ha excluido y apartado a los niños y niñas con necesidades especiales».

Repulsa generalizada: desde la Fundación D'Genes, Disa y el Gobierno

El viernes, tras conocerse lo ocurrido, la asociación D'Genes en Canarias calificó el hecho de «vergonzoso e inadmisible» al considerarlo un acto de «discriminación y exclusión que no solo hiere, sino que contradice todo valor educativo, cultural y humano». La propia Fundacion de la Orquesta también condenó lo ocurrido. Igualmente, la Fundación DISA, que patrocina esos conciertos pedagógicos, lamentó lo ocurrido, como igualmente hizo el Gobierno canario a través de la Consejería de Educación.

«Dicha decisión», prosigue el comité de empresa, «fue tomada unilateralmente por el narrador Fernando Palacios. Nuestro personal no solo no tuvo nada que ver en ello, sino que trasladamos de forma inmediata nuestra indignación y rechazo a los responsables de la Fundación. Lo ocurrido atenta directamente a los valores fundamentales».

El comunicado concluye así: «Nuestra voz es clara y contundente: Condenamos enérgicamente la decisión de dejar fuera a cualquier persona por su condición. Nos solidarizamos incondicionalmente con todo nuestro público. Repudiamos cualquier intento de justificar este acto como un 'error'. La inclusión y la no discriminación no es una asignatura opcional; es la base de la educación y de la cultura en nuestra sociedad. ¡La exclusión no educa! ¡La música: un idioma sin barreras!».

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En cuanto a Fernando Palacios, en declaraciones ofrecidas este sábado por Televisión Canaria, dijo que todo había su malentendido y que él pidió que salieran los menores para que se tranquilizaran porque, según dijo, en ocasiones se alteran por la oscuridad de la sala donde tiene lugar el concierto pedagógico.

José Manuel Pérez , padre de uno de los alumnos del centro San Juan de Dios, acudió este sábado otro concierto pedagógico convencido de que estaría presente el mismo narrador. Sin embargo, al llegar comprobó que Fernando Palacios. Aun así, decidió asistir, permaneció hasta el final y posteriormente habló con un responsable del acto para aclarar lo sucedido.

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Desde la organización, le aseguraron aseguran estar «perplejos» por lo sucedido, sin comprender los motivos del comportamiento del narrador, y consideran el hecho como un caso aislado.

«Como padre, lo vivo con indignación», afirma Pérez. «Tanta ha sido la impotencia que fui con la intención de que, en el mismo escenario en el que echó a los niños con necesidades especiales, ofreciera sus disculpas y explicaciones. Pero no estaba presente».

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