Las familias, en contra de las nuevas aulas Enclave de Canarias: «Educación avanza hacia la segregación educativa»
Para la Plataforma Canaria de Educación Inclusiva la iniciativa «es una forma discriminatoria de catalogar al alumnado»
«La Consejería de Educación desprecia profundamente al alumnado con discapacidad y avanza de forma clara hacia la segregación educativa, un modelo injusto y contrario a los derechos humanos, y a la legislación vigente». Es la reacción de Carolina Buriticá, portavoz de la Plataforma Canaria de Educación Inclusiva, al plan anunciado este miércoles por el departamento, que contempla la creación de 24 aulas Enclave y la adecuación de 32 espacios ya existentes para la atención de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE).
Lo cierto es que las familias de este estudiantado llevan tiempo reclamando soluciones para una inclusión real, es decir, que se apliquen dentro del aula ordinaria. Para Buriticá, la nueva iniciativa de Educación «es una forma discriminatoria de catalogar al alumnado, insistiendo en señalarles que su lugar está apartado del resto y limitando su educación a una oferta siempre por debajo de sus verdaderas capacidades».
Las aulas Enclave son espacios habilitados en centros ordinarios, pero al margen de las aulas ordinarias, donde se atiende exclusivamente al estudiantado con necesidades específicas. Una alternativa que, insiste la portavoz, «va en contra de la Convención internacional de los derechos de las personas con discapacidad, ratificada por España».
Por su parte, la Consejería de Educación especifica en una nota que su nuevo plan se desarrollará durante el curso 2025-26, con 56 acciones y una financiación de 2,1 millones de euros, que gestionará la Dirección General de Infraestructuras y Equipamientos.
El director general, Iván G. Carro, considera que esta actuación supone un «paso decisivo hacia un sistema educativo más inclusivo, en el que el entorno físico también sea un facilitador del aprendizaje y la integración». Unas afirmaciones que chocan frontalmente con la defensa de Buriticá, pues no entiende «cómo se puede encajar en una misma frase inclusión y aula Enclave».
En este sentido, la portavoz cree que al «segregar y apartar al alumnado con discapacidad» se «promueve» el acoso escolar, que «cada vez aparece a edades más tempranas». Fundamentalmente, porque el mensaje que se lanza «a los niños y niñas desde el propio centro es que, todo lo que no se considera 'normal', se aparta y se desprecia». «Así, cuando llegan al instituto, no conocen lo que significa abrazar la diversidad», resume.
Todo parece indicar que las exigencias de las familias van en una dirección y las acciones implementadas porEducación en otra. El propio departamento puntualiza que ha puesto en marcha una red de medidas que contempla la creación de más de 70 aulas Enclave, la construcción de dos nuevos Centros de Educación Especial y siete espacios TEA, así como «la iniciativa pionera NEAE+21», en la que este alumnadomayor de 21 años puede continuar en el sistema educativo.
También menciona la incorporación de 1.500 auxiliares educativos en lo que va de legislatura, lo que son un 59,4% más respecto al inicio del mandato.
Entre las actuaciones más recientes, el área destaca la finalización de las obras del aula Enclave del IES Los Tarahales, en la capital grancanaria, donde se han habilitado accesos adaptados, mobiliario ergonómico y zonas diferencias de trabajo.
Del mismo modo, enfatiza que estas intervenciones suponen la continuación de los trabajos de la Dirección General de Infraestructuras y Equipamientos en su afán de modernizar los centros y adecuar los espacios educativos en las islas. El curso pasado se crearon 35 nuevas aulas Enclave, mientras que en verano se destinaron 9,3 millones de euros a obras de mejora y acondicionamiento, 1,5 millones a espacios de sombra y 700.000 euros a mobiliario escolar.