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Doñana está en la UCI

El vaciado de su acuífero por el calentamiento global, los cultivos ilegales y las urbanizaciones turísticas ha secado más de la mitad de las lagunas

Sábado, 15 de abril 2023

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Más de la mitad de sus lagunas han desaparecido, ya no atrae ni a la séptima parte de las aves que usaban sus 54.000 hectáreas de humedales como refugio invernal o lugar de crianza, los alcornoques centenarios se secan por decenas y desaparecen las plantas acuáticas y las especies que poblaban su marismas y charcas.

Doñana, el mayor espacio natural protegido del sur de Europa, reserva mundial de la biosfera, la casa del lince, se muere de sed y pierde su biodiversidad a marchas forzadas por el avance del cambio climático y por unas autoridades que en las últimas décadas han permitido que la agricultura ilegal y el turismo descontrolado le acabasen de quitar su cada vez más escasa agua.

Son las conclusiones de un análisis de situación demoledor realizado por la Estación Biológica de Doñana, el instituto de investigación del CSIC que vigila la evolución del parque y de sus especies y trabaja para mantener la riqueza de un paraje que se extiende junto al litoral de Sevilla y Huelva. Sus científicos no pueden ser más claros. El humedal está «en estado crítico», la actual situación es «insostenible» y de no tomarse medidas urgentes para evitar la sobreexplotación de su acuífero -el corazón del parque- pronto rebasará el punto de no retorno.

Deterioro «generalizado»

El deterioro del sistema de humedales, que a principios de siglo se llegaron a cifrar en unos 3.000, es «generalizado». Las lagunas, la mayoría de ellas temporales (se secaban en verano), se llenan cada vez menos y se vacían antes. Más de la mitad, de hecho, han desaparecido. Seis de cada diez de las más grandes -más de 900 metros cuadrados- no se han inundado desde hace diez años.

La falta de inundación de las charcas, cuando ocurre más años seguidos de lo habitual, acaba con la vegetación propia de las lagunas, que son colonizadas por vegetación terrestre, lo que termina definitivamente con el humedal y su hábitat protegido.

Imagen de la laguna del Moral. Llena en 2011 y seca actualmente.
Imagen de la laguna del Moral. Llena en 2011 y seca actualmente. CSIC

El 19% de las lagunas han desaparecido por completo, otro 19% tiene la mitad de la cubeta ya ocupada por matorral y pinos y solo el 10% sigue en buen estado. No se salvan del desastre ni siquiera los tres humedales permanentes del parque, los únicos que no se secaban ni en verano. Dos se vacían ya con demasiada frecuencia y el de Santa Olalla, la mayor de estas lagunas, se evaporó por completo el verano pasado, algo que solo había ocurrido en las sequías extremas de 1983 y 1995.

La laguna de Santa Olalla, el humedal más grande y permanente del Parque Nacional de Doñana, ofrece una imagen dramática al quedarse sin agua este verano a causa de la sequía.
La laguna de Santa Olalla, el humedal más grande y permanente del Parque Nacional de Doñana, ofrece una imagen dramática al quedarse sin agua este verano a causa de la sequía. CSIC

El destrozo de biodiversidad es enorme. Un estudio de los ornitólogos de SEO/BirdLife concreta los daños en su principal signo distintivo, el de refugio de decenas de especies de aves. De los 600.000 pájaros que guareció en los inviernos de hace treinta años se ha pasado a poco más de 80.000. Pero, además, de las 24 especies principales solo el flamenco y la malvasía cabecillera aguantan el tirón. El resto o se ha reducido en el último lustro a un número simbólico, como el aguilucho lagunero o la cerceta pardilla, o, incluso, han desaparecido, como el fumarel y el porrón pardo.

«El tremendo deterioro ecológico del humedal ha espantado a seis de cada siete aves que lo usaban como refugio invernal y territorio de cría»

Los científicos del CSIC explican por qué cada vez las lagunas están más vacías. El acuífero que las alimenta está en mínimos históricos, por debajo del récord de escasez de 1995. En 2020, tres de las cinco secciones que lo componen se declararon oficialmente sobreexplotadas. Pierden muchas más reservas de las que recuperan.

La primera razón del declive, indican, hay que buscarla en el calentamiento global. Las sequías cada vez son más reiteradas y las temperaturas más altas. El año pasado solo se recogieron 282 litros de lluvia por metro cuadrado -la mitad que la media histórica- y hubo 18,5 grados de media. Y este año se va por igual camino.

Reprimenda europea

Pero solo el cambio climático no explica el problema. A finales del siglo pasado y comienzos de este hubo grandes sequías y nunca hubo tantas lagunas vacías. De hecho, el 80% de ellas se secan ahora antes de lo lógico por la temperatura y lluvia y el 84% tienen un nivel de inundación menor del que le corresponde por la meteorología. La razón hay que buscarla en el añadido de la mano del hombre. En los pozos ilegales para alimentar el 30% más de invernaderos de fresa en el límite del parque de los que había hace 20 años, la mayoría sin permiso de riego. Y también en el suministro para decenas de urbanizaciones turísticas levantadas este siglo, en su mayor parte en Matalascañas (Huelva). Algo que ya certificó el Tribunal de Justicia de la UE, que en 2021 condenó a España por no impedir el expolio del famélico acuífero de Doñana.

Imagen comparativa de cómo han crecido las urbanizaciones turísticas de Matalascañas de 1977 a 2011.
Imagen comparativa de cómo han crecido las urbanizaciones turísticas de Matalascañas de 1977 a 2011. CSIC

El Ministerio de Transición Ecológica presentó hace seis meses un plan de choque, con 356 millones, para salvar Doñana, recuperando el acuífero mediante la reducción de las extracciones con compra y cierre de terrenos de regadío, más control de pozos y obras de canalización para traer agua de otras zonas para los usos humanos.

No obstante, el informe de los científicos advierte que muchas de esas medidas pueden tardar años (o incluso no ejecutarse) y que el fin de la sobreexplotación del acuífero debe producirse ya, despolitizando las decisiones y con medidas impopulares como el cierre de todos los pozos y cultivos ilegales, con restricciones cuando sea preciso (como ahora) en el suministro y el riego, con una agricultura sostenible y con la depuración de todas las aguas que acaban en el parque (urbanas y con productos agroquímicos). Aseguran que es justo lo contrario a lo que impulsa la Junta con su ley para regularizar los cultivos sin licencia de riego. Norma sobre la que la UE ya le ha advertido que acarrearía la imposición de sanciones millonarias a España.

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