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La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha registrado en los primeros diez meses del año 459 agresiones a profesionales sanitarios, lo que a juicio del departamento supone una «ralentización» de este fenómeno.
Así lo ha indicado en comisión parlamentaria la consejera, Esther Monzón, en respuesta a una pregunta de ASG, augurando que este ejercicio terminará con un menor crecimiento en términos relativos, tras cerrarse 2023 con 443, lo que supone el 3,01% del conjunto nacional.
Monzón ha admitido que «preocupa» que los profesionales sanitarios sean agredidos en su puesto de trabajo y para ello se ha creado un registro en la Dirección General de los Recursos Humanos que clasifica todas las comunicaciones internas, tanto físicas como verbales.
Para proteger la integridad de los trabajadores ha detallado las medidas desplegadas por su departamento, entre las que se encuentran el desarrollo del Plan de Prevención de Agresiones de los Profesionales del Sanitario del Servicio Canario de la Salud, con registro y «mapa de riesgos« para identificar los centros con mayor número de notificaciones de forma que se puedan implementar medidas específicas de prevención.
Asimismo se mantiene la colaboración con el Consejo Canario de Colegios de Abogados para que los trabajadores pueden acceder de forma gratuita al asesoramiento jurídico y afrontar el proceso legal «sin carga económica adicional ninguna«.
Igualmente ha dicho que las denuncias que se reciben se remiten automáticamente a la Fiscalía Provincial, a la Policía Nacional y también a la Guardia Civil, y se realiza un seguimiento continuo de todos y cada uno de los casos.
Monzón ha dicho también que se desarrolla un curso de prevención de agresiones y que se busca favorecer un «mejor ambiente« asistencial y laboral en Atención Primaria, cuyo presupuesto crece el próximo año en 1,4 millones.
Jesús Ramos (ASG) ha comentado que los enfermeros son los que más agresiones reciben y además afecta a todos los entornos laborales, tanto hospitalarios como centros de salud, al tiempo que ha pedido que «todas» las agresiones se denuncien para poder diseñar una «acción integral».
Ha reclamado que aumente el traslado de especialistas a las islas periféricas y no al revés dado que en muchas ocasiones el paciente llega «agotado» del viaje y eso hace que las discrepancias surjan «de manera mucho más fácil».
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