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Foto de grupo de los ponentes que han participado en el Teatro Calderón de Valladolid Alberto Mingueza
El enrevesado equilibrio entre ciencia, tecnología y ser humano

El enrevesado equilibrio entre ciencia, tecnología y ser humano

Premios Genio de Vocento ·

Carlos Briones, Christian Gálvez, Marian Rojas y otros expertos en diferentes disciplinas ponen en valor a la persona desde varios ángulos y con la mirada puesta en el futuro

Isaac Asenjo

Valladolid

Jueves, 30 de septiembre 2021, 09:40

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Tecnología y ciencia siempre andan de la mano y ahora más que nunca esta rama del saber humano se encuentra de moda en una demostración de que es la única forma en la que resolver los problemas que inquietan a la humanidad. Los detalles son bien conocidos por el bioquímico y biólogo Carlos Briones, quien ha incrementado su faceta divulgadora en el último año en la enseñanza sobre el comportamiento de los virus así como a la vida fuera de la tierra. «El universo es demasiado grande para estar solos», opina.

El experto, que trabaja en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), fue el primero en subirse al escenario del Teatro Calderón de Valladolid para abrir las jornadas de los Premios Genio organizadas por Vocento, que anualmente elige un eje sobre el que repensar la innovación, en este caso poniendo en valor al ser humano y a orillas del Pisuerga. Una jornada que maridó reflexión, ciencia, arte, escritura o salud mental.

En su diálogo Briones propuso un viaje en el tiempo que recorrió desde el 'Big Bang' hasta la biodiversidad actual con la vista puesta en diferentes obras de arte de Van Gogh, Rembrandt o Goya. Mientras habla, reproduce con un proyector distintas épocas y metáforas visuales para hablar sobre células, lo inmaterial, el cosmos, la muerte o la vida.

Con el famoso cuadro de 'La noche estrellada', de Vincent van Gogh, ilustra el origen de esas esferas de plasma que brillan en el cielo, y con 'La Poetisa', de Joan Miró, la interacción de moléculas. El ARN aparece con Tapiés, muestra a Salvador Dalí para hablar del ADN. El Almendro en flor, de Van Gogh, le sirve para destacar la importancia de los virus -como el que provoca la covid-19-. «Así construyó el árbol de la vida, que se parece más a un arbusto, una enredadera, porque hay muchas ramas que se intercambian entre sí gracias a estos dos elementos», dice. El investigador se adentra en lo material y lo inmaterial que prolifera alrededor de la muerte con términos puramente científicos, algo más sencillos de comprender a través de las imágenes. La conquista de los animales tras el meteorito que destruyó a los dinosaurios, con el que los mamíferos pequeños ganaron espacio. «La vida se abre camino», destaca.

'Saturno devorando a un hijo', de Rubens, le sirve de introducción en los mitos y el inicio de las distintas religiones, dando paso con Darwin al pensamiento crítico. «Somos aquellos animales que innovamos y gracias a ello estamos aquí», puntualiza mientras observa a Da Vinci con 'El Hombre de Vitruvio' y recuerda la fuerza de la naturaleza tras lo ocurrido con el volcán de La Palma. «El planeta quizás acabe con nosotros y seguirá, debemos ser respetuosos para seguir creando arte, educar a las nuevas generaciones y en la inmensa belleza del universo. Los problemas reales los resuelve la ciencia».

«Drogodependientes emocionales»

De la existencia también habló Marian Rojas Estapé, psiquiatra y divulgadora 'influencer' (cuenta con más de 150.000 seguidores en Instagram). La experta está convencida de que tu cerebro y tus emociones te enferman y te curan, de que todo el mundo es capaz de hacer que le pasen cosas buenas y de tener la capacidad para ser feliz, pero no hay recetas ni atajos para conseguirlo, porque se trata de intentar sacar la mejor versión de uno mismo, y eso requiere entender nuestro cerebro y gestionar las emociones, según la experta. «El poder de la mente es brutal». Suena a filosofía Mr. Wonderful pero lo cierto es que sus libros sobre psicología positiva y autoayuda son los nuevos bestsellers. Cuenta con el libro de No ficción ('Cómo hacer que te pasen cosas buenas') más vendido en 2019 con más de 300.000 ejemplares y 20 ediciones y acaba de publicar 'Encuentra tu persona vitamina'. «Busquemos lo que los japones llaman el ikigai, ese sentido de vida que es hacer cosas por los demás, hacer la vida agradable a los demás, ese sentido más trascendente de nuestra trayectoria humana», explica. La experta asegura que el 90% de las cosas que nos preocupan no ocurre jamás, se muestra contraria a las plataformas que ayudan a encontrar pareja y aconseja que en caso de encontrarla, sea del mismo nivel cultural y social.

Marian Rojas Estapé.
Marian Rojas Estapé. R.C.

«Somos drogodependientes emocionales. Una emoción y otra y otra», explica en una conferencia en la que hace hincapié en el uso actual de las pantallas desde la cuna. «Hay cada vez más niños y adultos que tienen problemas en la atención. Hay un exceso de información y de estímulos», destaca. Lamenta que los jóvenes actuales son menos inteligentes que generaciones anteriores porque «su corteza prefrontal es adicta a experiencias vibrantes». «Les pides que lean un texto entero y no lo consiguen, la profundización requiere salir de la gratificación instantánea. Lees un titular y no lees la noticia, mandas un whatsapp y te ahorras una conversación», critica al tiempo que destaca el drama de la soledad. «La gente se siente sola y los jóvenes aún más. Palían su soledad actual en las redes, planificadas para enganchar (dicho por sus propios creadores)», cuenta.

Rojas dice ser consiente del avance del mundo digital pero «no podemos ser esclavos de nuestro teléfono ni de nuestras pantallas. Somos una sociedad que ha perdido el sentido de la vida. Lo hemos sustituido por otras cosas: sensaciones, redes sociales, pantallas, pornografía, alcohol... es un problema grave». ¿Significa que debemos rechazar el mundo digital? «No, tenemos que saber y entender cómo nos afecta a cada uno las pantallas. Generan gratificación instantánea y chispazos de dopamina. Te dan instantes de placer, pero provocan síndrome de abstinencia».

La filosofía del transhumanismo

De la importancia de la tecnología habló Juanjo Tara y no solo de lo fundamental en su uso sino que ya la tenemos incorporada en nuestro cuerpo. Hay episodios de 'Black Mirror' que parecerían una broma comparado con lo que cuenta este ingeniero informático de 36 años que fue galardonado con el Genio azul. Diseña dispositivos implantables en humanos. Él, en concreto, tiene dos implantados, uno en cada mano. Cada vez que pasa una de sus manos por su teléfono, se enciende una luz LED parpadeante debajo de la piel, indicando que el dispositivo está siendo usado.

En 2016 fundó DSruptive, una empresa dedicada a diseñar el hardware de estos dispositivos inteligentes para mejorar al ser humano a través de la tecnología. Un proyecto en línea con la filosofía del transhumanismo, que proclama que en el futuro todos seremos mitad hombres, mitad máquinas. Este tipo de acciones, que dibujan un escenario propio de la ciencia ficción, conllevan implicaciones médicas, éticas, sociales y legales. Durante la charla descarta entre risas las teorías conspiranoicas que alguien pueda implantar un chip en la vacuna contra el coronavirus.

Con su tecnología, que por ahora solo venden a empresas, el usuario puede entrar en su edificio de oficinas, un ascensor, hacer fotocopias o abrir su cuenta de LinkedIn en un móvil al que acerque su mano. El experto dice que esto es solo el principio y que tarde o temprano llegará. En la actualidad están desarrollando dos proyectos en paralelo, uno de ellos directamente relacionado con la sanidad, como por ejemplo, para que el dispositivo sea capaz de medir la temperatura corporal del usuario.

¿Cómo funciona el dispositivo? «Es un dispositivo pasivo, de dos kilobytes de memoria, que solo funciona cuando lo acerco al NFC. Queremos que se active cuando el usuario lo decida, él debe tener el control. Hay valores éticos que no queremos pasar».

De la conquista de América al turismo espacial

La jornada continuó con una charla sobre la errante disrupción del ser humano en su camino espacial. Lo hizo de la mano de Óscar Lara, actualmente Responsable de Estrategia e Innovación de la empresa Iberespacio. El experto explicó el primer vuelo espacial tripulado del New Shepard con Jeff Bezos, fundador de Amazon, al mando, e hizo un repaso por la historia. «Desde el Homo Sapiens intentamos ir de África a Europa. Más de cien mil año intentando este viaje. De no haberlo hecho, la humanidad a día de hoy no sería la que es», comenta.

«Hoy en día hay tres líderes con tecnologías diferentes a la conquista del espacio desde compañías privadas. Lo importante no es lo alto que llegues, sino iniciar el camino, innovar, crear mercados y perseguir sueños», reflexiona.

Lara hace hincapié en la disrupción y pone como ejemplo claro el smartphone. «Un único producto nos ha cambiado la vida y agudiza nuestro ingenio para sacar productos nuevos. Nosotros mismos al movernos de entorno nos encontramos con problemas que tenemos que lidiar para terminar por conquistar ese lugar», comenta. Disrupción a todos los niveles, desde el descubrimiento de América en 1492 al turismo espacial. De la alquimia a la química y de la navegacion básica a la avanzada. Una disrupción y un cambio de mentalidad y concepto de tierra plana a tierra esférica. «Nuestra vida está enlazada al espacio aunque no lo sepamos a través de satélites. Un 'gran hermano' que vigila la tierra», explica mientras pone ejemplos de uso en la agricultura, en fenómenos naturales como las erupciones volcánicas o nuestros propios viajes en avión.

El experto destacó la importancia de la industria aeroespacial española que trabaja en proyectos para la Nasa o la Agencia Espacial Europea.

«No hace falta ser un genio para ser genial»

El último en unirse al diálogo a orillas del Pisuerga fue Christian Gálvez. En España es famoso porque leía más rápido que nadie en 'Pasapalabra', concurso que dejó de presentar en octubre de 2019, mientras que en el resto del planeta es un respetado experto del Renacimiento y de la figura de Leonardo da Vinci.

El polifacético presentador se describe como un tío raro, que no tiene whatsapp, se quitó Twitter hace nada, y que inicia la charla hablando de naturaleza humana, de la innovación como forma de superar el fracaso y de la genialidad. «Fracasar produce miedo. Hay muchos genios de la historia que llegaron al éxito desde el fracaso. Las mentiras en linkedin son fracasos . Jordan hablo de sus fracasos. Y Einstein, tuvo dificultades para aprender. Hace 65 millones de años fracasaron los dinosarios, bromea.

Christian Gálvez, durante su exposición ante el público asistente.
Christian Gálvez, durante su exposición ante el público asistente. Alberto Mingueza

En su faceta como conferenciante motivacional usa canciones como 'Viva la vida' y el clásico 'We Are The Champions', y defiende el Kintsugi, técnica milenaria japonesa que enseña a buscar la belleza en las cicatrices que nos deja la vida. Ampara la divulgación de aquello en lo que cree, intenta acercarse con rigor a la cultura y acercar esa cultura a la gente. Gálvez usa durante su exposición las figuras de Charles Chaplin y Leonardo da Vinci para hablar tanto de sus éxitos como de sus fracasos a lo largo de sus vidas.

El divulgador explica que según la RAE la curiosidad, o sea, la genialidad es «aquella capacidad extraordinaria que tenemos cada uno de nosotros en hacer cosas diferentes y dignas de admiración». «¿Cuántos de vosotros sois capaces de hacer cosas diferentes gracias a la curiosidad? No hace falta ser un genio para ser genial. La genialidad no va ligada al éxito o al fracaso«», defiende.

«Leonardo fracasó en Vinci, en Florencia, en Milán, en Venecia y en Roma. Y sólo triunfo en los últimos días de su vida en Francia. No mucha gente sabe, además, que se cuenta que era ilegítimo e iletrado; posiblemente disléxico, bipolar y con déficit de atención. Lo importante es que, a pesar de todos sus fracasos, nunca dejó de intentarlo. El suyo es un ejercicio de perseverancia muy bonito para enseñar a todo el mundo», destaca mientras realiza un repaso de su obra y vida mediante ilustraciones. «El fracaso es el punto de apoyo de la innovación», finaliza.

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