Detenido en Madrid por vender cocaína en bolsas de aperitivos desde un trastero

El pasado 26 de abril unos agentes de la Policía Municipal de Madrid, que estaban patrullando en el barrio de Tetuán en la campaña contra hurtos y carteristas, vieron movimientos sospechosos en un vehículo que tras pararse en medio de un carril, recogía a un hombre. Tras subirse al coche, entregó al conductor varios billetes -que este dejó en la zona de la palanca de cambio- a cambio de un pequeño paquete.

Tras bajarse del coche, los agentes abordaron y cachearon al hombre que llevaba dos envoltorios con cocaína: «Acabo de comprárselos al del coche», reconoció a los agentes que rápidamente abordaron al conductor que lejos de mostrar resistencia se mostró colaborativo. «Vengo de casa para ver a un amigo. Les pido disculpas, agentes. Tomen una bolsa con otros cinco envoltorios y los billetes», dijo. En un posterior registro en el vehículos, los policías municipales encontraron una cartera con más dinero en metálico.

El joven, sobre el que ya pesaban dos reseñas por delitos contra la salud pública, reconoció que «en el trastero tengo más drogas» y les acompañó a la calle de la Virgen de la Fuencisla, en el barrio de la Concepción (Ciudad Lineal), a unos cuantos kilómetros de donde fue interceptado con su vehículo para mostrarle su particular almacén.

Al llegar al lugar, os agentes encontraron un 'narco-trastero' donde había 15 bolsas de marihuana, con un peso de 28,1 gramos cada una; otra con 12 envoltorios de ketamina; 23 de MDMA o éxtasis; 15 de cocaína, y otros 11 con más cocaína. Curiosamente, todo el material estaba metido en bolsas de ganchitos, patatas fritas, cortezas y demás aperitivos muy conocidos.