Desarticulada una banda que robaba crucifijos en los cementerios

La Guardia Civil ha conseguido identificar y detener a los siete miembros de una banda que desde hace semanas habían generado gran alarma social en la provincia de Toledo asaltando una veintena de cementerios para robar los crucifijos de bronce y demás elementos metálicos de las tumbas y sepulturas.

Cuatro de los arrestados son los autores materiales de los robos y los otros eran los encargados de recoger los crucifijos y trocearlos para su posterior fundición, por lo que se les considera responsables de un presunto delito de receptación. En la operación, desarrollada este domingo, la Guardia Civil ha conseguido recuperar 90 crucifijos que habían sido robados en el cementerio de El Casar de Escalona (Toledo) y ha intervenido en un punto de receptación de la Comunidad de Madrid una saca con trozos de cristos con un peso de una tonelada.

También ha decomisado documentación relacionada con la compra y venta de estos materiales, una trituradora con restos de pequeños crucifijos y 17.440 euros en efectivo. A tenor de las denuncias presentadas por los ayuntamientos y familias afectadas por estos robos, se calcula que más de 2.000 personas se habrían visto perjudicadas por esta banda que buscaba una rápida rentabilidad a sus golpes vendiendo clandestinamente el bronce en chatarrerías y centros de gestión de residuos donde el precio del kilo de este metal puede llegar a siete euros. Los seis detenidos, todos hombres, han pasado a disposición judicial.

A los detenidos también se les atribuye el robo de crucifijos en el cementerio del pueblo toledano de Los Yébenes de donde desapareció el famoso busto de Juan Garoz Pedraza, fundador de una empresa de taxidermia de la localidad. Su familia ha ofrecido una recompensa de 10.000 euros para quien lo localice pero, de momento, no hay rastro de esta gran pieza de bronce que podría haber sido troceada por el grupo criminal ahora desmantelado.

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