Takeo Kanade
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Takeo Kanade
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A pocos de los millones de personas que están viendo estos días la Eurocopa de fútbol y verán en un mes los Juegos Olímpicos de París les sonará el nombre de Takeo Kanade (Tamba, Japón, 1945), pero sin el trabajo de este ingeniero japonés, las retransmisiones deportivas no serían tan espectaculares como lo son en la actualidad. Uno de los grandes hitos ocurrió hace ya más de dos décadas, en el lejano 2001. En la final de la SuperBowl de aquel año, que los Baltimore Ravens ganaron a los New York Giants, se vio por primera vez una repetición en 360 grados. «La tecnología aumenta la emoción», dice este profesor de la Universidad Carnegie Mellon desde 1980 que confiesa que se fía más de los coches autónomos que de uno conducido por humanos. «Las estadísticas de los accidentes lo demuestran», asegura.
Kanade ha ganado el premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación «por desarrollar fundamentos matemáticos en los que se basan las capacidades que poseen hoy los ordenadores y los robots para comprender e interpretar imágenes y escenas visuales». En otras palabras, por posibilitar que las máquinas vean. A las retransmisiones deportivas y los coches autónomos se le suman los robots quirúrgicos, los drones, el reconocimiento facial de los teléfonos móviles…
– Usted enseñó a 'ver' a las máquinas. ¿Lo hacen como nosotros?
– Es una pregunta interesante porque quizás no sabemos bien cómo vemos nosotros mismos. Dejando esto a un lado, se puede decir que es diferente porque no utilizamos silicio para recibir la luz y codificar la información. Nuestro cerebro utiliza proteínas y señales químicas y eléctricas para procesar los datos. Sin embargo, probablemente hagamos el mismo procesamiento de la información.
– Un estudio publicado recientemente en la revista 'Nature Communications' asegura que los coches autónomos son más seguros que los conductores humanos salvo en los giros y en condiciones de baja visibilidad. ¿Se fía más de estás máquinas que del ser humano?
– Sí, las estadísticas de los accidentes lo demuestran. Actualmente, es probable que las cifras sean iguales o incluso que sean un poco mejores las de los coches autónomos. Pero nosotros, de una forma un tanto egocéntrica o sesgada, decimos que si un ser humano causa un choque, es un accidente, pero si lo causa un coche autónomo, montamos un gran problema ('great deal', en inglés). Es comprensible al ser esta una nueva tecnología. Y para que una nueva tecnología sea aceptada a gran escala, tiene que demostrar que es muchísimo mejor, no solo un poco mejor. Creo que esto es lo que sucede hoy en día.
–¿Cuándo cree que podremos ver de forma generalizarada estos coches en las calles?
– Creo que dentro de relativamente poco tiempo. La conducción de nivel 4, que no incluye la intervención humana para nada, está empezando a utilizarse en algunas ciudades de Estados Unidos y otros lugares. Ya se pueden coger taxis sin conductor. Esa tendencia se producirá en todos los países más o menos pronto.
– Trabajó en el primer robot para intervenciones de cadera. ¿Nos acabarán operando las máquinas?
– De momento no creo que la cirugía totalmente automatizada vaya a ser la vía del futuro, no creo que sea la vía a seguir, al menos no por el momento. Sí como facilitadores, como ayuda para el cirujano para situar los dispositivos médicos de una forma muy precisa en el cuerpo en zonas no visibles. En ese sentido pueden trabajar junto a los doctores. ¿Nos operarán en el futuro? En teoría podrán hacerlo, pero queda un largo camino para que podamos aceptarlo.
– Otras máquinas, los drones, se están convirtiendo en un arma de guerra.
–El sector militar está interesado en esta tecnología. Los ejércitos financian la mayor parte de los vehículos autónomos, ya sean en el agua o el aire. El impacto de estas tecnología en la sociedad en general tiene un potencial mucho mayor. Espero poder verlo en un futuro a medio y a largo plazo.
– Repeticiones en 360º, el ojo de halcón… Los aficionados al deporte le deben mucho.
– Sí, y me alegro. Como espectadores tenemos un punto de vista muy limitado y no podemos captar todos los detalles de los momentos clave. La tecnología en un amplificador de la emoción. Esta es la clave.
– Como experto en robótica, ¿cree que tendremos robots en casa más allá de los de limpieza o de cocina?
– Por supuesto que sí. Los robots comenzaron a utilizarse en lugares muy estructurados, como las fábricas. Un entorno humano es todo lo contrario. Está diseñado para nosotros, para que estemos cómodos. Los muebles y las habitaciones son todas diferentes. Esto es un desafío para las máquinas. Pero si los humanos podemos hacerlo, ¿por qué no los robots?
– Ha criticado el mal uso que se está haciendo de la inteligencia artificial con las imágenes y vídeos 'fake'.
– Son usos incorrectos de la tecnología. Esta, por sí sola, es algo bueno. Su uso inadecuado puede hacer que se convierta en algo malo. Como sociedad debemos educar a las personas acerca de las cosas buenas que tiene la tecnología y su uso potencial.
Terminada la entrevista, de apenas media hora, Kanade respira aliviado. «Es más fácil responder a preguntas científicas que a las de los medios de comunicación», confiesa con una sonrisa.
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