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Exteriores de la Audiencia de Pontevedra. EFE
Condenado a 32 años un cura de Vigo por abusar sexualmente de seis menores

Condenado a 32 años un cura de Vigo por abusar sexualmente de seis menores

Se aprovechó de las salidas extraescolares para realizarles toda clase de tocamientos

r. c.

Madrid

Martes, 26 de octubre 2021, 20:41

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La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a penas que suman 32 años y medio de prisión y a 36 años de libertad vigilada al sacerdote Segundo C. V., por haber abusado sexualmente de seis menores, alumnos del Colegio Salesianos de Vigo, donde daba clases. Según la sentencia, recogida por Europa Press, los hechos ocurrieron durante un campamento en la localidad de Cambados y también en una peregrinación a Santiago de Compostela. Además, otro de los menores fue sometido a abusos en la sede de una asociación juvenil vinculada al colegio mientras veía un partido de fútbol.

El tribunal considera acreditado que Segundo C. V. cometió siete delitos de abuso sexual, tres de ellos continuados y, además de la pena de prisión y la libertad vigilada, le ha impuesto el pago de indemnizaciones que suman 76.000 euros al conjunto de las víctimas, pues entiende que «no cabe ninguna duda de que todas y cada una de ellas han sufrido un daño psicológico evidente». La Audiencia también lo ha inhabilitado para ejecer profesiones en las que tenga relación con menores durante 31 años.

Según se recoge en la sentencia, el modo de actuar era siempre muy parecido: el acusado se acercaba a los chicos cuando éstos dormían y les tocaba por encima del pijama o, algunas veces, por dentro de la ropa. Los menores, al percatarse de lo que ocurría, trataban de eludir a su profesor girándose, cerrando su saco de dormir o incluso poniéndose una almohada entre las piernas.

Dado que la relación del acusado con los jóvenes era de amistad y confianza, las víctimas quedaban en estado de 'shock' cuando sufrían los tocamientos, y alguno de ellos dudó a la hora de denunciarlos por miedo a que no le creyeran y por vergüenza.

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