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Cirugía pionera ante la pseudoartrosis

Cirugía pionera ante la pseudoartrosis

El centro sanitario Hospital Perpetuo Socorro se coloca a la vanguardia nacional en el tratamiento biológico de la pseudoartrosis con esta novedosa técnica, explica el doctor Juan Nogales, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica

Canarias7 Saludable / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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Tratar la pseudoartrosis o no unión, una de las complicaciones más severas que pueden tener las roturas óseas, es el objetivo de una novedosa intervención quirúrgica que ya se practica en Hospital Perpetuo Socorro. Se trata de una técnica poco agresiva y que permite una recuperación más rápida y con menos morbilidad que otros métodos más convencionales, lo que sitúa al centro sanitario a la vanguardia del tratamiento biológico ante la falta de consolidación de las fracturas.

«El procedimiento se basa en combinar el uso de células madres pluripotenciales, extraídas con aspiración de médula ósea de la cresta ilíaca postero-superior, con plasma autólogo rico en plaquetas en forma de gel que se obtiene de la sangre periférica, y asociado al uso de trifosfato de calcio más hidroxiapatita con hueso autólogo del paciente. Es decir, una combinación de tejido osteoformador que conforman células madres, con tejido osteoinductor o plasma rico en plaquetas y tejido osteoconductor que juntos completan la cascada de formación del hueso», explica el doctor Juan Nogales, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica de Hospital Perpetuo Socorro y responsable junto a su equipo de su realización.

Las fracturas habitualmente no presentan problemas para su curación pero en ocasiones se producen dificultades. Las principales son la osteomielitis o infección ósea y la pseudoartrosis o no unión.

Esta inconclusa consolidación de la fractura es producto de un deficiente proceso reparador por parte del organismo que no llega a unir ambas partes del hueso roto de forma que existe inestabilidad entre ambos extremos. Es frecuente además la formación de una estructura fibrosa que rodea a la fractura a modo de articulación. Precisamente de esta circunstancia procede el término pseudoartrosis al dar la no unión como resultado una pseudoarticulación, es decir, una falsa articulación con una neocápsula y líquido sinovial interpuesto entre los fragmentos a nivel del trazo de fractura y con movilidad anormal. Aunque con el tiempo llega a no producir dolor, en principio resulta dolorosa y es posible que llegue a afectar al movimiento de la articulación vecina en las fracturas metafisarias.

Al producirse una fractura el organismo envía ciertas células a la zona cuya misión es la limpieza del tejido lesionado así como su preparación para que otras células se encarguen de la unión de los fragmentos óseos. Esta labor se realiza durante las semanas posteriores a la aparición de la lesión pero en la pseudoartrosis estas células consideran que los fragmentos son huesos diferentes y no es necesario unirlos adecuadamente.

Las no uniones de los huesos largos del cuerpo humano se han tratado mediante diferentes técnicas quirúrgicas a lo largo de los años. Su incidencia va del 5% al 20% de los casos. Las causas son multifactoriales y entre las más significativas se encuentran el daño de las partes blandas, pérdida de la vascularización, distracción de los fragmentos fracturados, tejidos blandos interpuestos, malnutrición, infección, inestabilidad, enfermedades sistémicas o tabaquismo. A pesar de no ser una complicación muy frecuente exige mucha atención por parte de los traumatólogos y algunos casos requieren, incluso, dos o tres intervenciones quirúrgicas.

Los diferentes tipos de pseudoartrosis son clasificados tradicionalmente como hipertróficos, oligotróficos y atróficos. Las no uniones hipertróficas son causadas por una inadecuada estabilización mecánica pero tienen un potencial biológico para poder reparar dicha lesión. En las oligotróficas hay una mínima formación del callo de fractura, pero con potencial biológico de curación. Por último, las atróficas se deben un fallo del organismo para formar un puente óseo entre los extremos de fractura y se forma un gap de tejido fibroso, detalla el traumatólogo y cirujano ortopédico.

Para el tratamiento de las no uniones han sido evaluadas multitud de estrategias a lo largo de los años que van desde el injerto de hueso autólogo, preparaciones de hueso desmineralizado, y más recientemente, las proteínas recombinantes. Hay últimamente un creciente interés en las estrategias basadas en células, para la mejora de la curación de las fracturas, incluyendo el uso de las células madres para mejorar la reparación de las mismas.

En este sentido, «el estudio del plasma autólogo rico en plaquetas combinado con la estrategia del uso de células mesenquimales (aspirado de médula ósea) da un resultado esperanzador para la mejora de las no uniones de huesos largos en humanos. Asimismo, y aunque aún falta una mayor evidencia, hay numerosos trabajos clínicos que hablan de una curación del 90%, por lo que hay justificación científica suficiente para proceder a este tipo de tratamiento», concluye el especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica de Hospital Perpetuo Socorro.

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