«Mi agradecimiento al equipo de trasplantes»

Forman un equipo que, además de la gran profesionalidad que tienen con un trabajo tan intenso y delicado como este, son infinitamente humanos y cercanos con nosotros, pacientes y familiares. En el momento en el que te reciben en el hospital ya recibes cariño, tranquilidad en todo el proceso de preparación, tanto en el servicio de urgencias donde eres recibido como ya en planta por un equipo de enfermeras, auxiliares, celadores, médicos que en todo momento te acompañan de un modo cercano y con un apoyo incondicional, haciéndote más llevadero el momento que para nosotros es de incertidumbre.

Una vez preparada, y sabiendo que el órgano es para mí, vuelves a llenarte de miedos y alegrías. Son tantas las sensaciones que tienes que no podrían describirse. Ya bajas a la zona de quirófano donde comienzan a presentarse el maravilloso equipo de trasplantes del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria. Uno por uno se acerca a ti de un modo muy cercano, se presentan dándonos bromas incluso entre canariones y chicharreros, en unos momentos que se agradecen antes de entrar en un quirófano para este tipo de cirugías... Pero como siempre he dicho con un cariño y un apoyo enorme, siendo el equipo más humano que jamás he conocido.

Forman un equipo tan amplio que no tendría hojas para nombrarlos uno por uno... Un equipo de profesionales increíbles con letras mayúsculas. Concretamente me gustaría nombrar a un equipo de cirujanos increíbles que son capaces de hacer que una cirugía como esta sea, hoy por hoy, de gran éxito para los pacientes...

Ya dentro de quirófano, es ahí cuando yo no soy consciente de lo que sucede pero sí nuestras familias, que pasan muchas horas esperando fuera. Son tan humanos que, a pesar de estar en una cirugía tan complicada como esta, siempre hubo una persona que cada 45 minutos salía donde estaba mi familia a informar de cuándo comenzaba la cirugía, cómo iba y así hasta el momento de terminar casi 6 horas desde la preparación hasta el momento en que terminan. Es un equipo de héroes que se merecen un homenaje en mayúsculas.

Es ahora cuando conoces otra parte de este maravilloso equipo, el de la UCI, médicos, enfermeros, auxiliares, celadores, etc.. Que tienen un corazón de oro. Te sientes siempre protegida y, ante cualquier cosa que suceda, tendrás ahí la mano necesaria para ayudarte. En este caso me gustaría nombrar a un enfermero Ángel del servicio de la UCI, que hace su trabajo de un forma tan humana, tan cariñosa que siempre está pendiente con un sonrisa y gesto amable, cercano, y muy amable. Hace que la estancia, dentro de lo dura que es, sea algo más llevadera, pues puedes pedirle ayuda una y otra vez sin importarle cuantas veces puedas molestarle. A ti, una vez más, gracias.

Cuando pasaron los 8 días de la UCI, duros 8 días, llegó el momento de subir a planta con una gran ilusión, porque es cuando puedes estar cerca de tu familia en todo momento, y pasar los días de otro modo. Llegué por la noche y, es aquí donde vuelves a ver al equipo de la planta 7 Norte del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria. Un equipo que no terminas ni de conocer en los 20 días que pasas hospitalizada, pues las vas conociendo cada día que pasa, y a cada cual más cariñosa, más humana. Un equipo de enfermeros, auxiliares y celadores increíbles que te van acompañando día a día en todo el proceso, siempre pendientes a cada pequeña cosa que pudiera suceder.

En planta son muchos los médicos que te visitan cada día, cirujanos como el doctor Medei, que hace que cada visita suya haya carcajadas, ya que el solo entrar en la planta 7 norte cada mañana a las 7:30 escuchas risas por los pasillos. Con unas manos increíbles y un corazón que hace del trato médico y paciente algo muy humano y familiar...

También está el equipo de digestivas que me venía a visitar, tranquilizándome cada día porque desde el momento después de la cirugía hasta el 27 de diciembre que tuve los resultados del escáner, padecí la sombra de una segunda cirugía porque había un conducto que parecía no estar bien. Este tema a mi me tenía angustiada y cada una de ellas me tranquilizaba cada día. Tanto la doctora Borja, que siempre ha sido muy cariñosa y cercana, como la doctora Toñi, que fue quien más estuvo conmigo codo a codo en planta. A ellas y todo el equipo digestivo, muchas gracias por su humanidad y profesionalidad...

Ya una vez con el alta, no terminan su labor. Son tan profesionales que, aún en casa, están en contacto conmigo para cualquier cosa, controlada cada semana, cualquier duda que me surja, cualquier complicación. Tengo a mano siempre las 24 horas del día teléfonos de contacto donde tengo tanto auxiliares, médicos, enfermeros de la planta que he estado ingresada, para resolver mis dudas e inquietudes, haciendo que este proceso sea más seguro y tranquilizador.

Después de todo el tiempo que pasas junto al enorme equipo de trasplantes hepáticos del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, solo puedo decir gracias por existir, gracias por ser como son, gracias por seguir luchando por la salud de pacientes que como yo, dependemos de un gesto tan increíble y humano, que sin este gesto nada de esto hubiera sido posible. Gracias a la donación de órganos, personas que en un momento tan delicado son capaces de pensar en salvar vidas. Gracias, mil gracias, gesto que nos hace ser maravillosos en los momentos más complicados....

No me quiero dejar a nadie atrás... Coordinación, cirujanos, ayudantes, anestesistas, enfermeros de quirófano, auxiliares de quirófano, enfermeras de la planta 7 norte, auxiliares la planta 7 norte, médicos, digestivas, cirujanos, UCI, enfermeros y auxiliares UCI, celadores, limpiadoras, personal de cocina... A todo el equipo que forma parte de un trasplante hepático en el hospital Nuestra Señora de La Candelaria, mil gracias por toda su profesionalidad, humanidad, cariño y apoyo, que sin ustedes esto no sería posible. Gracias».