Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el encausado, que se encontraba interno el Centro Penitenciario Salto del Negro, Las Palmas I, sobre las 14.30 horas del 5 de abril de 2018, «tras mantener un encuentro vis a vis con su madre, en el centro penitenciario», mostraba gran nerviosismo por lo que fue sometido a observación por los funcionarios de prisiones.
Al practicar esta diligencia, los responsables de seguridad del penal efectuaron «un cacheo del interno y, sospechando que pudiera llevar dentro del cuerpo alguna sustancia estupefaciente, se acordó que el interno iba a ser observado médicamente mediante radiografía».
En ese momento, el acusado manifestó que iba a defecar y expulsó dos envoltorios del tipo bellota que, debidamente analizados, resultaron ser, por una parte, hachís, con un peso de 49,05 gramos y, por otra, heroína, con un peso de 9,64 gramos y una riqueza del 8,67%.
El acusado se había hecho con la droga descrita para su posterior venta dentro de la propia prisión.
Por estos hechos, el fiscal lo acusa de un delito contra la salud pública y le pide cuatro años de prisión.