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Jorge Alacid
Jueves, 31 de octubre 2024, 08:46
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Carlos Mazón ha comparecido a primera hora de este miércoles para desvelar las ayudas que prepara el Gobierno de la Generalitat Valenciana en apoyo de los afectados por la tragedia. Se trata de una serie de medidas, cuantificadas en una primera partida de 250 millones de euros, destinadas a que las víctimas de la riada puedan «rehacer su vida», que el pleno que su gobierno celebra el martes aprobará bajo una serie de premisas que ha reiterado de manera concluyente en su intervención ante los medios de comunicación: entre ellas, que serán compatibles con otras ayudas que movilicen distintas administraciones, como la Diputación de Valencia, cuyo presidente, Vicente Mompó, ha comparecido junto a él.
Mazón ha detallado los cuatro grandes bloques en que las áreas económica y de infraestructuras bajo su mandato trabajan para ultimar el decreto que las consigna, de las que tiene previsto informar a Pedro Sánchez esta mañana aprovechando su visita hasta Valencia. Por un lado, lo que ha denominado ayudas «exprés», es decir, «sin burocracia ni papeleo», cifradas en un mínimo de 6.000 euros por persona, ampliables a otras medidas. Inspirado en el triste y reciente caso de la respuesta que la Administración que preside ofreció tras la catástrofe de Campanar, este paquete de ayudas tiene como propósito «atender las diferentes realidades» que distinguen a los muy diversos casos de damnificados. «Son ayudas sumatorias y ampliables», ha recalcado, que en su mayoría los beneficiarios podrán dedicar a satisfacer sus necesidades más perentorias. Adquisición de mobiliario, enseres básicos y otras urgencias propias de cada caso particular. Para los afectados se aprobará también otra medida adicional: la concesión de una tarjeta de transporte público gratuita, valedera por un año.
En segundo lugar, el jefe del Consell ha aludido a un bloque de ayudas de carácter «social», que tiene como receptores potenciales a quienes se hallen en situación de especial vulnerabilidad. Citaba por ejemplo la necesidad de localizar realojos para quienes han perdido su hogar y casos semejantes, que su gobierno simultaneará con ayuda de índole psicológica. El tercer gran grupo de medida se dedicará a reparar las infraestructuras dañadas al paso del temporal, mediante una política de ayudas directas a los municipios más directamente perjudicados para que afronten la rehabilitación de estructuras públicas dañadas, así como edificios que se hayan visto derruidos o dañados.
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El cuarto bloque de ayudas citado por Mazón tiene que ver con el fondo de solidaridad de la Unión Europea, a cuyos principales dirigentes ha enviado una petición de socorro para movilizar una aportación extraordinaria, que el Gobierno de la Generalitat Valenciana dedicará a mejoras en autopistas, carreteras, vías férreas y también obras hidráulicas. Sus medidas, que incluyen por cierto deducciones fiscales para los afectados en el tramo autonómico del IRPF y también la concesión desde el Instituto Valenciano de Finanzas de líneas de crédito a coste cero, se dirigen como propósito principal a ofrecer «una solución rápida» a las víctimas del desastre. «Queremos que puedan restituir su vida», ha enfatizado.
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