Borrar
Una escuela que adolece de inequidad

Una escuela que adolece de inequidad

El Consejo Escolar de Canarias y los expertos reclaman a la Consejería de Educación que ponga medidas reales para lograr la igualdad e oportunidades entre el alumnado del las islas. Advierten de que los programas que están en marcha son insuficientes

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La igualdad y la equidad, junto con la calidad, son las piezas fundamentales de la escuela», sostiene el presidente del Consejo Escolar de Canarias, Ramón Aciego, que, además, está convencido de que «la institución que más trabaja por el principio de igualdad es la escolar». Y aún así reconoce que el sistema educativo en el archipiélago adolece de inequidad y los datos, advierte, son «desalentadores».

Canarias es una de las regiones con mayor desigualdad socioeconómica de todo el país y «esa desigualdad se traduce en la escuela», asegura Rosa Marchena, doctora en Psicopedagogía y profesora de la ULPGC, que recuerda que cuando se habla de equidad se tiene que tener en cuenta el efecto del entorno socioeconómico del alumnado sobre su rendimiento académico. «La escuela puede hacer mucho para lograr la equidad, pero conectada con políticas sociales», dice, al tiempo que apunta que en Canarias esto no está ocurriendo y de ahí que el resultado se traduzca en «desigualdad» porque hay «bastantes grupos en desventaja» que en la escuela no reciben sus derechos y no obtienen respuesta a sus necesidades. La evidencia, avisa, está en los datos de abandono y fracaso escolar, en las tasas de escolarización y en lo que dicen los informes PISA, que en 2015 (el último) volvían a situar a Canarias por debajo de la media española, de la Unión Europea y de los países de la OCDE en los indicadores de Ciencias, Matemáticas y Lectura.

También el informe Diferencias Educativas Regionales 2000-2016, de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, señalaba también a Canarias como la región «con el menor porcentaje de alumnos de entornos desfavorables que alcanzan un rendimiento satisfactorio en ciencias», pero, además, advertía en el mismo apartado relativo a la equidad de la «elevada concentración de alumnos con bajo rendimiento académico».

Rendimiento

La propia Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa reconocía tras llevar a cabo en 2016 la primera evaluación diagnóstica entre el alumnado de tercero y sexto de primaria de las islas (ha hecho más evaluaciones, pero no ha difundido los resultados) que el contexto socioeconómico influye de manera significativa en el rendimiento de los alumnos. Los resultados de esa evaluación, recuerda Rosa Marchena, reflejaban que «en las zonas de Canarias donde el nivel socioeconómico y cultural es bajo es donde peor va la educación, con unos índices altísimos de riesgo que la escuela pública no es capaz de responder», sostiene.

Marchena está convencida de que esa radiografía no ha variado desde 2016 porque las medidas que ha tomado la Consejería de Educación han sido «de carácter administrativo y organizativo y no pedagógico». Incluso con la puesta en marcha de programas de atención a la diversidad, como Impulsa, es «muy sectorial» porque ni va a todos los centros ni atiende a algo, a su juicio fundamental, la formación del profesorado.

De igual opinión es Aciego que, además, añade que programas como ese «nunca pasan del pilotaje, cuando tienen que ser «sostenibles en el tiempo y generalizados».

La falta de equidad que lleva a que no se garantice al alumnado la igualdad de oportunidades pivota sobre otro elemento, la segregación de estudiantes en función de sus características, principalmente las socioeconómicas. El informe sobre la Situación de la infancia y la familia en Canarias, encargado por la Consejería de Políticas Sociales a las dos universidades, arroja que el 78% de la población infantil en las islas está escolarizada en centros públicos, donde la calidad educativa, desde el punto de vista de los parámetros PISA, avisa José Saturnino Martínez, doctor en Sociología y profesor de la ULL, es igual que en los privados, pero en los que la diferencia de rendimiento académico se debe a la «segregación» de los alumnos de menor ISEC (indice socioeconómico y cultural).

Martínez pone el acento en la necesidad de ampliar la atención personalizada al alumnado más sensible porque, según dice, está demostrado que «la mejora del rendimiento de los chicos de entornos desfavorecidos es muy importante».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios