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Un proyecto de moda emocional

Un proyecto de moda emocional

El diseñador Arcadio Rodríguez predicó con el ejemplo la filosofía de su proyecto Retopía, que insta a trabajar para realizar los sueños, y sacó unas oposiciones para enseñar a coser a los presos

Lourdes Bermejo y Arrecife

Jueves, 16 de julio 2020, 19:26

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lourdes Bermejo / teguise

De todas las razones por las que alguien decide presentarse a unas oposiciones del Estado, la de Arcadio Rodríguez (Granada, 1964), Premio Nacional de Moda para jóvenes diseñadores 2009, es sin duda la más sorprendente y solidaria. «Entré en contacto con la población reclusa en un proyecto de costura en la cárcel Modelo de Barcelona y esa experiencia cambió para siempre mi concepto de la moda. Vi el poder transformador del arte, en mi caso a través del diseño», explica este creador, que fue un importante empresario del sector y llegó a contar con nueve tiendas en Andalucía en los años 90 y 2000 y su propia marca Rue.

Como no pudo repetir los talleres por la propia burocracia del sistema penitenciario, decidió formar parte de él y convertirse en funcionario de prisiones. «Desde el principio me inspiró la isla de Lanzarote, la cual jamás había visitado. Puse dos fotos, una de Papagayo y otra de César Manrique, que es mi referente artístico porque hizo en la naturaleza lo mismo que yo pretendo hacer con la moda: integrar el ser humano y el arte. Me gustaría ayudar a integrar la naturaleza humana dentro de la sociedad a través de una disciplina artística», indica.

Con estas dos imágenes permanentemente a la vista en su zona de estudio, el diseñador preparó unas oposiciones nada fáciles, y sacó su plaza al tercer intento. «Me presenté a la primera convocatoria cuando apenas llevaba unas semanas estudiando, para ver cómo eran. En la segunda, superé el primer examen pero no el segundo y, por fin, a la tercera, aprobé». No dudó ni un minuto en solicitar la prisión de Tahíche para su periodo como práctico, que está a punto de concluir. «Deseo con toda mi alma quedarme en este centro lanzaroteño», subraya, ante la posibilidad de ser trasladado una vez acceda a la plaza de funcionario.

En la isla dice sentirse «feliz» tanto por lo que descubrió, «que superó mis expectativas» como por el proyecto que ya ha podido realizar en la prisión, y que llama Retopía. «Retopía es, como su nombre indica, un reto en el que hay que trabajar duro para realizar tu sueño». El propio Arcadio es el ejemplo vivo de esta filosofía. Así, hace unos días, el diseñador y ahora también funcionario de prisiones presentó en el centro penitenciario un desfile de moda, culminación de los talleres de costura que ha impartido fuera de su horario laboral.

El acto rompió varios preceptos hasta ahora rígidos, como la combinación de hombres y mujeres en los talleres, la mezcla de reclusos de módulos diferentes y la entrada de medios de comunicación y representantes de varios sectores de la sociedad insular, desde responsables públicos a profesionales de la moda. Arcadio, que realizó motu proprio la actividad, con la única ayuda de dos compañeros, ha presentado al Cabildo otro proyecto de moda, dentro del centenario de César Manrique, titulado Retopía y Manrique, arte, naturaleza y sociedad, que incluye la reproducción en la pared externa de la prisión del mural existente en la FCM; estampar la pintura en un vestido mural, que podrá ser probado por el público, y el desfile de una colección alegórica en el Jardín de Cactus.

De todas las razones por las que alguien decide presentarse a unas oposiciones del Estado, la de Arcadio Rodríguez (Granada, 1964), Premio Nacional de Moda para jóvenes diseñadores 2009, es sin duda la más sorprendente y solidaria. «Entré en contacto con la población reclusa en un proyecto de costura en la cárcel Modelo de Barcelona y esa experiencia cambió para siempre mi concepto de la moda. Vi el poder transformador del arte, en mi caso a través del diseño», explica este creador, que fue un importante empresario del sector y llegó a contar con nueve tiendas en Andalucía en los años 90 y 2000 y su propia marca Rue.

Como no pudo repetir los talleres por la propia burocracia del sistema penitenciario, decidió formar parte de él y convertirse en funcionario de prisiones. «Desde el principio me inspiró la isla de Lanzarote, la cual jamás había visitado. Puse dos fotos, una de Papagayo y otra de César Manrique, que es mi referente artístico porque hizo en la naturaleza lo mismo que yo pretendo hacer con la moda: integrar el ser humano y el arte. Me gustaría ayudar a integrar la naturaleza humana dentro de la sociedad a través de una disciplina artística», indica.

Con estas dos imágenes permanentemente a la vista en su zona de estudio, el diseñador preparó unas oposiciones nada fáciles, y sacó su plaza al tercer intento. «Me presenté a la primera convocatoria cuando apenas llevaba unas semanas estudiando, para ver cómo eran. En la segunda, superé el primer examen pero no el segundo y, por fin, a la tercera, aprobé». No dudó ni un minuto en solicitar la prisión de Tahíche para su periodo como práctico, que está a punto de concluir. «Deseo con toda mi alma quedarme en este centro lanzaroteño», subraya, ante la posibilidad de ser trasladado una vez acceda a la plaza de funcionario.

En la isla dice sentirse «feliz» tanto por lo que descubrió, «que superó mis expectativas» como por el proyecto que ya ha podido realizar en la prisión, y que llama Retopía. «Retopía es, como su nombre indica, un reto en el que hay que trabajar duro para realizar tu sueño». El propio Arcadio es el ejemplo vivo de esta filosofía. Así, hace unos días, el diseñador y ahora también funcionario de prisiones presentó en el centro penitenciario un desfile de moda, culminación de los talleres de costura que ha impartido fuera de su horario laboral.

El acto rompió varios preceptos hasta ahora rígidos, como la combinación de hombres y mujeres en los talleres, la mezcla de reclusos de módulos diferentes y la entrada de medios de comunicación y representantes de varios sectores de la sociedad insular, desde responsables públicos a profesionales de la moda. Arcadio, que realizó motu proprio la actividad, con la única ayuda de dos compañeros, ha presentado al Cabildo otro proyecto de moda, dentro del centenario de César Manrique, titulado Retopía y Manrique, arte, naturaleza y sociedad, que incluye la reproducción en la pared externa de la prisión del mural existente en la FCM; estampar la pintura en un vestido mural, que podrá ser probado por el público, y el desfile de una colección alegórica en el Jardín de Cactus.

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