«Todavía resulta muy difícil vivir solo de las renovables»

— ¿Cuál es actualmente el porcentaje de actividad de la empresa en el sector de las renovables?

— La parte eléctrica supone un 20% de la facturación, la térmica es la mitad y las renovables un 20%. Fundamentalmente trabajamos fotovoltaica, después geotérmica y muy poco de eólica porque este sector normalmente lo explota el propio fabricante. Nosotros hacemos minieólica, pero no es muy rentable. Como ejemplo, diré que antes de 2012, destinábamos a 20 o incluso 30 personas al mercado fotovoltaico, mientras que ahora hay dos o tres. En estos momentos, hacemos instalaciones y mantenimientos eléctricos y de renovables, pero también instalaciones térmicas, ya sea piscinas climatizadas, aire acondicionado, pero no siempre coinciden con energías limpias. Todavía es muy difícil vivir solo de renovables. El sector de la geotermia sí es interesante en Lanzarote porque cuenta con agua a una determinada temperatura en el subsuelo que constituye una base energética que nos permite aprovecharla para climatizar estancias o dar suministro, evitando la otra opción que ir a mayor profundidad y generar allí una especie de central.

— La fotolinera de la Cámara resultó ser un éxito promocional.

— Fue muy curiosa la repercusión que tuvo. La verdad es que fue la primera instalación de estas características de Canarias, pero surgió como una bobería, hablando con Pepe (José Torres, presidente de la Cámara de Comercio). En realidad el Argán Solar es una instalación solar muy sencilla, pero lo que trascendió fue su valor simbólico. Este fue uno de los proyectos que explicamos recientemente en las jornadas celebradas en el Cabildo sobre las energías sostenibles.

— ¿Cree que algún día se democratizará el consumo energético limpio?

— Me gustaría destacar que el mantenimiento de las instalaciones fotovoltaicas domésticas es muy sencillo. La pena es que la gente cogió miedo con los recortes retroactivos de los que hablaba antes, el impuesto al sol y todas estas cuestiones que asustaron. Y hay que decir que ese impuesto, por ejemplo, ya no existe, cualquier persona puede montar un kit solar en su casa. Es más, creo que en un futuro será tan normal como usar el móvil. La auténtica traba ahora es la burocracia, lo han enredado todo de tal manera que casi parece que lo han hecho a propósito para desanimar a los inversores.

— Pero en Lanzarote, existe desde hace unos meses la ventanilla única.

— Esa es la baza que puede salvar el sector por sí sola. La ventanilla única de renovables, ubicada en la Cámara, es una medida revolucionaria y pionera, que permite agilizar los trámites. Hay que tener en cuenta que para una instalación fotovoltaica se necesita permisos del Ayuntamiento, Cabildo, Industria, Endesa y el Ministerio y, ahora, en Lanzarote, se tramitan de una vez.